En un Madrid plagado de bajas, el papel de Courtois, Casemiro, Kroos y Modric ha sido clave para volver a la pelea por el título
El foro histórico del Real Madrid es la Champions, es el teatro de los sueños del club, pero Zidane también ama la Liga. El entrenador francés se ha encargado durante cinco años de luchar por ella como lo hacía Miguel Muñoz en los años sesenta y setenta. Zizou nunca la consideró segundo plato cuando la Copa de Europa llamaba a la puerta. Su interés quedó patente con los títulos conquistados en 2017 y 2020. Y no ganó el campeonato español de 2016 porque llegó al puesto en enero, pues en esa media Liga que dirigió obtuvo más puntos que el campeón, el Barcelona de Luis Enrique. La mayor demostración de su amor por el torneo liguero lo vivimos esta temporada. Cuando el Atlético se escapó y fue declarado claro favorito, Zizou advertía cada semana que no tiraba la toalla y subrayaba que restaban «54 puntos en juego», luego «51 puntos» en liza, después «45 puntos por ganar». Ahora está a tres del líder rojiblanco. El vestuario le da la razón.
¿Cómo captó su atención? El técnico utilizó durante estos meses las mismas armas psicológicas que le permitieron ser campeón hace ocho meses. Habló con los veteranos del lugar, Ramos, Modric, Casemiro, Benzema, Kroos, Varane, Carvajal, Marcelo y Courtois para imbuir a la plantilla de su creencia en la Liga. «Así ganamos el año pasado, esto es muy largo y puedes conseguirlo de nuevo si te centras en ello y analizas que es posible».
Con poco gol, portería a cero
Muchos jugadores no pensaban en diciembre que fuera factible. El preparador se encontraba entonces cuestionado, la Champions pendía de un hilo y la Liga parecía una quimera. De manera extraña, Zinedine tuvo que pujar fuerte por seguir en la
Copa de Europa sin olvidarse del campeonato nacional. Venció al Borussia Moenchengladbach para continuar en la Champions y se
Courtois es decisivo en un sistema que busca la puerta a cero. Modric, Kroos y Casemiro han formado el eje de la reacción
jugó el puesto en la Liga con victorias frente al Sevilla, el Barcelona y el Atlético, que le salvaron de la quema. No podía reservar a nadie. Ahora ha hecho sencillamente lo mismo. El club se juega su futuro en Europa el miércoles, frente al Atalanta, y el entrenador alineó en Valladolid a toda la artillería que sigue viva, sin romperse. No resguardó a nadie. Los blancos vencieron en el José Zorrilla por oficio, con la veteranía de Courtois, Casemiro, Modric y Kroos. El guardameta, el medio de contención y el dúo creativo.
Estos cuatro hombres han sido los cimientos de las cuatro victorias consecutivas que han llevado al Real Madrid a colocarse a tres puntos del conjunto de Simeone. El cuarteto de comandantes de Zizou lo han hecho con el lema del argentino, partido a partido, sin mencionar nunca que pueden ganar la Liga. Ni siquiera lo dicen ahora. «Lucharemos hasta el final», es la máxima frase que desvela el francés, aunque en la cocina blanca sí expresa las mismas palabras que Casemiro destacó con sinceridad▶ «Siempre pensamos que la Liga era posible».
El responsable deportivo del campeón vigente ha conseguido recuperar las aspiraciones al título con la misma estrategia que aplicó el curso pasado. A falta de un goleador puro, con dificultades para marcar, el francés ha vuelto a obtener resultados con la defensa como prioridad. El reto es «la puerta a cero». Para ello, Courtois y Casemiro han sido fundamentales. El guardameta debía ser el salvador en los momentos difíciles. Es la genética que exige ser portero del Real Madrid. El belga fue milagroso en Valladolid y en Huesca. Y Casemiro se transformó otra vez en un destructor que juega verdaderamente como un tercer central, para subir al ataque en las acciones a balón parado y sentenciar los puntos. Si falta el fútbol hilado, el juego aéreo es la clave madridista.
Benzema: hoy se decide
El mérito de Zidane es que ha conseguir reengancharse a la Liga con un equipo diezmado, con lesionados de larga duración, sin Ramos, sin Carvajal, sin Valverde, sin Hazard, sin Rodrygo y con los chavales de la cantera como relevo. Arribas, Marvin, Chust y Hugo Duro ya suenan en las alineaciones del madridismo. Blanco y Miguel Gutiérrez llaman también a la puerta de la primera plantilla.
Benzema ha sido la última baja. Sufre una pequeña dolencia en el aductor izquierdo y hoy decidirá, de acuerdo con los doctores y Zidane, si juega el miércoles en Bérgamo. El quid que debatirán hoy es si merece la pena arriesgar o no. Puede haber una lesión superior. Y la Champions es muy importante, pero Zizou nunca menospreciará la Liga.
Las causas del apagón
Lo advirtió Simeone hace unos días cuando afirmó que sería «muy difícil que los números de la segunda vuelta sean parecidos a los de la primera», ya que tras el ecuador del campeonato aumenta el nivel de los rivales debido a la urgencia de los objetivos. El problema con el que se ha encontrado su equipo es que, acostumbrado a sumar de tres en tres, el apagón ha llegado de golpe y en el momento menos oportuno. A las puertas de la Champions, competición que siempre exige lo máximo y que esta temporada resulta aún más selectiva por lo apretado del calendario, el Levante ha privado de cinco puntos al Atlético en tres días, algo que parecía impensable. Dos empates y una derrota rojiblancas en las últimas cuatro jornadas,
GOLES Recibió 6 en las primeras 16 jornadas; en las últimas siete ha sumado
otros 10
un palo en la carrera por el título, pero ni mucho menos definitivo.
En su estadio y en el Metropolitano, donde los madrileños no perdían en Liga desde diciembre de 2019, el Levante ha terminado de destapar esa extraña sensación de debilidad defensiva que acompaña ahora al conjunto de Simeone. Habituados a un Oblak imbatible, sorprende que un equipo considerado en los últimos años un paradigma por su solidez atrás haya encajado en las últimas siete jornadas. La estadística evidencia un problema. Seis goles recibió el esloveno en los 16 primeros encuentros, cifra que ha disparado a 16 solo siete citas después. Las ausencias por sanciones (Trippier de larga duración por el castigo de la FIFA), las lesiones (Giménez, la última víctima este sábado) y el coronavirus han terminado por agujerear un muro de hormigón. El cambio de sistema de tres centrales que tan bien le funcionaba al Cholo en el inicio de curso tampoco resulta ahora una garantía.
El Atlético ha cambiado su estilo y es ahora un equipo más ofensivo, pero la debilidad atrás ha coincidido con