El alcalde de Cádiz retiró el busto
El 2 de diciembre de 2014, Mercedes Formica regresó a las calles de la ciudad que la vio nacer: Cádiz. Coincidiendo con la clausura de una serie de actos que durante un año conmemoraron el centenario de su nacimiento, fue colocado un busto en su memoria, en la Plaza del Palillero, ante la sede de la Fundación Municipal de la Mujer, organizadora de la celebración. Pero pocos meses más tarde, el alcalde de Cádiz, José María González, ‘Kichi’, ordenó retirar la escultura y trasladarla al interior del edificio de la Fundación. Así se protegía de la intemperie, dijo. Días más tarde, sin embargo, una de sus ediles reconoció que la figura de Formica se les atragantaba debido a su pasado falangista.
Madrid, en 2017, puso a una calle el nombre de Mercedes Formica. precisamente Pilar Primo de Rivera como Delegada Nacional de la Sección Femenina.
El Día Internacional de la Mujer merece el recuerdo de los años que Formica dedicó a la defensa de mujeres maltratadas y a la lucha para evitar más muertes. «Hora es ya de prevenir, en lugar de lamentarse», clamaba en los últimos párrafos de aquel artículo de ABC que hizo historia. Aunque no consta en ninguna ley, existe la justicia histórica. Es lo que debería aplicarse a mujeres como Mercedes Formica o Mercedes Sanz-Bachiller y Carmen de Icaza, fundadoras del Auxilio Social y defensoras de los derechos de las mujeres que eran negados por el propio régimen al que ellas pertenecían. En 1936, meses antes del comienzo de la Guerra Civil, la publicación por capítulos en la revista Blanco y Negro de Cristina Guzmán, profesora de idiomas, novela de Carmen de Icaza, fue un fenómeno social. La protagonista era una madre soltera que daba clases particulares para sacar adelante a su hijo.
Una valentía innegable