Bárcenas defiende la autenticidad de la caja B y los sobres
Declara que el PP le ofreció medio millón por manipular sus apuntes contables
El extesorero del PP Luis Bárcenas declaró por fin ayer como acusado en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por el pago con cargo a la caja B de una parte de la reforma de la sede del partido. A ratos sereno y a ratos contrariado, se sometió al interrogatorio de la Fiscalía Anticorrupción, la única acusación además de la Abogacía del Estado a la que se prestará a responder, y abrió fuego sin aportar más prueba que la ya presentada en 2013 durante la instrucción, es decir, sus anotaciones contables.
Según dijo, «a los pocos días» de que aquellos papeles vieran la luz en prensa, fue «convocado a una reunión». «Me plantearon que volviese a repetir esos documentos pero variando los conceptos y cantidades de cara a hacerlos públicos y crear la duda en la opinión pública de cuáles eran los buenos y los malos y si había una manipulación de alguien para perjudicar al PP. Se me ofrecieron 500.000 euros en efectivo que aportarían empresarios», aseguró.
Conforme a su relato, la reunión tuvo lugar en el despacho de Javier Iglesias, que viene negando estas afirmaciones del extesorero desde que las verbalizó por primera vez en 2013 ante el instructor del caso Gürtel, Pablo Ruz, en la Audiencia Nacional. Asegura que es directamente una «mentira».
Bárcenas ayer le definió como «abogado del PP y muy vinculado como interlocutor del partido» en lo que a él respecta. Cabe recordar que también le señaló en su día como la persona que le hizo saber que si guardaba silencio contra el partido, su mujer no iría a prisión. «Me dijo, ‘no habrá ningún problema porque hay empresarios que aportarán esa cantidad’. Yo le contesté que no quería los 500.000, que la cantidad eran 975.000 y que los quería oficialmente y no en B», prosiguió Bárcenas ante el tribunal. Esa era la cantidad que, según declaró, le correspondía como indemnización por el despido del partido, mismo litigio que, conforme a los términos del acuerdo que le habrían ofrecido, se extinguiría si aceptaba manipular las anotaciones contables.
Precisamente, el Ministerio Público se centró ayer en el cotejo pormenorizado de las notas, en especial, por contraste con otras de las mismas fechas que están mecanografiadas y con un folio suelto de apuntes duplicados en el que aparece, entre otros, el nombre de Mariano Rajoy. Planteó discrepancias y la posibilidad de que algunos de los apuntes estuvieran «forzados», pero Bárcenas defendió la veracidad de sus papeles y del sistema que reflejaban, a saber▶ donaciones en efectivo de grandes empresarios no siempre vinculadas a adjudicaciones, que salían de una caja que «estaba físicamente» en su despacho en forma de complementos salariales y otros pagos que sólo se podían afrontar en cash, como el diez por ciento del presupuesto de las obras de la sede que es objeto de este juicio.
El «todo o nada»
«La caja B o es verdadera íntegramente o es falsa íntegramente, pero lo que no puede ser es una cosa sí y otra no, porque al final, las cantidades van cuadrando», señaló el extesorero.
Tras reconocer su letra y firma papel tras papel, incidió en que la contabilidad paralela se cruza con la oficial en determinados momentos, lo que «acredita», en su opinión, que es veraz. En concreto, cuando la caja B estaba en negativo, cogía prestado de la caja oficial. Y a la vez, cuando la primera tenía un exceso de remanente, se hacían donaciones por la vía formal a la cuenta del partido. Las anotaciones de estos movimientos coinciden con los asientos bancarios.
Inicio y fin de la caja B
Se refirió en este punto a los complementos salariales que, supuestamente, salían también de esa caja. Según explicó, el origen está en los «gastos de representación» con los que se complementaba legalmente la nómina de altos cargos que además eran diputados. Cuando esos altos cargos entraron en el gobierno en 1996 ya no podían mantener esos ingresos por la ley de incompatibilidades, lo que «les suponía una merma muy importante en la retribución». Fue así, según dijo, como nació la política de los sobres, por una orden que debió dar el entonces secretario general del partido, Francisco Álvarez Cascos.
«La propuesta que recibe el tesorero es que, a partir de ese momento, se nivele (el sueldo) para que no se perciba menos neto. Había que complementar con fondos de la contabilidad extracontable hasta llegar a esa cantidad, que igualase la que venían recibiendo, periódicamente», explicó. Dio una lista inicial de nombres▶ Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja, Javier Arenas y Mariano Rajoy como beneficiarios de esa política interna, pero según dijo, con los años no fueron los únicos.
En sus papeles figuran por lo mismo el propio Álvarez Cascos, así como Ángel Acebes, si bien matizó que a ellos dos en particular, nunca les entregó «personalmente» la asignación. Sí lo habría hecho con Federico Trillo y María Dolores de Cospedal, entre otros, en una mecánica, la de entrada y salida de dinero en efectivo, que, apuntó, heredó de Lapuerta y se mantuvo invariable hasta 2010, fecha que sitúa como «el final» de esa práctica.
De acuerdo a su declaración, aquel año, tras recibir una donación de 50.000 euros en efectivo de un empresario que debía compensar una deuda previa del PP de Pontevedra con la nacional, partió en dos la cantidad y la introdujo en sendos sobres▶ «Como desde el último apunte del 2008 ni la secretaria general María Dolores de Cospedal ni el presidente Mariano Rajoy habían recibido nada porque habíamos dejado la caja a cero, le doy un sobre a cada uno con la mitad y ellos saben lo que hacen con ello». Estaba implicando al expresidente y a la ex secretaria general del partido en un cobro directo y en metálico de 25.000 euros, de nuevo, sin pruebas.
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Sobre la caja B
«O es verdadera íntegramente o es falsa íntegramente, pero al final, las cantidades cuadran»
Sobresueldos en metálico «Había que complementar con fondos de la contabilidad extracontable hasta igualar el neto que recibían»
Presiones del PP
«Me plantearon que volviese a repetir esos documentos pero variando los conceptos para crear la duda. Me ofrecieron 500.000 euros»
Cospedal: «Él miente»
La propia Cospedal difundió un comunicado a colación para recordar que Bárcenas ya tiene declarada «su animadversión» hacia ella,«lo cual, ya de por sí, desacredita todas sus declaraciones». En todo caso, recordó que el extesorero está condenado en firme por difamarla con afirmaciones «del mismo tenor» y que aún le debe una indemnización de 50.000 euros por aquel fallo que le impuso, además, la
Las obras, pactadas
«Hubo una reunión. Se trasladó que tenían que aceptar una cantidad extracontable. Aceptó si era un porcentaje razonable»