Sectores de IU y Podemos arrinconan a Irene Montero por imponer la ‘ley Trans’
∑En plena escalada de tensión con el PSOE, Sánchez y la ministra escenifican unidad. Unos 1.700 cargos y militantes se rebelan contra la falta de debate en UP
Este 8-M se vivió en dos lugares, los tribunales y las instituciones políticas, alejado del epicentro de gritos y proclamas convencional que son las calles. La pandemia manda. Y así lo resolvió ayer también el Tribunal Constitucional, el primer altavoz de este 8-M que, a los recursos presentados por UGT y CC.OO. contra su derecho a manifestarse (revocado el fin de semana por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid), los magistrados respondieron que el derecho a la salud prima en esta ocasión sobre el derecho a la reunión.
En este primer lugar donde se focalizó el Día de la Mujer estaba la vicepresidenta primera Carmen Calvo, que defendió que la Justicia avalase la decisión de la Delegación del Gobierno, impidiendo marchar en la capital. Calvo se preguntó, airada, quién tiene interés (¿la derecha, los medios?) en personalizar la lucha política en la figura de dos mujeres, concretamente la suya como defensora del feminismo clásico que enfrenta a las corrientes del feminismo ‘queer’ que acuña Irene Montero.
Segundo foco de la celebración▶ los foros con representantes políticos. Todos los partidos salvo Vox, que interpreta el 8-M como propaganda neta de una causa que no comparte, celebraron de modo virtual (Cs) o con debates (PP) el Día Internacional del 51% de la población. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se acercó pasadas las 11.00 horas a la sede del Ministerio de Igualdad. La titular morada le esperaba a la puerta. Saludos a una prudencial distancia, teñidos de morado, y un mensaje de unidad en sus discursos▶ la agenda política tiene que ser la que haga avanzar el feminismo y este Gobierno tiene voluntad firme en hacerlo. Sánchez se quejó de que «aún muchas mujeres sufren acoso en el trabajo» (como Nevenka Fernández, y aprovechó para recordar la primera condena a un cargo público por «su repugnante» abuso de superioridad, el alcalde Ismael Álvarez, del PP).
Así que prometió a Montero que su estancada ‘ley del solo sí es sí’ tendrá salida «dentro de muy poco tiempo», pese a quien le ha puesto el freno han sido los ministros socialistas de Justicia y de Presidencia, así como los magistrados del Poder Judicial.
Era un guiño claro para escenificar que el enfrentamiento abierto que mantienen Calvo y Montero no resquebraja aún los cimientos del pacto de La Moncloa. En la Cadena Ser, la propia Montero reconocía que ellas mantienen «posturas políticas diferenciadas», pero que hay intereses empeñados en «personalizar esas tensiones» en la figura de ambas. Las dos hicieron coincidir ayer por primer día sus alegatos. Hay diferencias ideológicas, pero nada personal, señalaron.
Sánchez pidió no seguir haciendo caso del «ruido» de la «ultraderecha, que personifica el machismo descarnado y siente nostalgia de aquellos tiempos en que el hombre sometía a su merced a la mujer». En ese mismo acto, la ministra, vestida rigurosamente de morado, quiso rendir homenaje a las mujeres que «sostienen la vida».
Dijo una frase –la «poderosa fuerza que tenemos las mujeres cuando nos juntamos a trabajar codo con codo»– para espolear la sororidad. Pero hay 1.700 cargos, militantes y ediles de las huestes de Podemos, a las que se han sumado las de Izquierda Unida, que ayer aprovecharon el 8-M para rebatirle al equipo de Igualdad que no están contado con ellas e imponen «de manera única, inamovible y sin un debate previo» normas como la ‘ley Trans’. Militantes de ambos partidos lanzaron sendos manifiestos donde evidencian sus fisuras con la ‘feministra’.
Las firmantes critican la «falta de debate» con las bases del partido y tildan el borrador de «imposición». Con mensajes de carácter transexcluyente, en contra de los postulados de la Ejecutiva, advierten que la norma podría afectar a derechos ya reconocidos de la mujer o los menores por el borrado del sexo que incluyen. En el manifiesto muestran «su profunda preocupación» y reclaman que todas «las posturas teóricas» del feminismo, así como un abanico más amplio de asociaciones, sean tomadas en consideración por el Ministerio de Igualdad.
Bajo el título de ‘En Podemos también hay Feministas’, el documento recoge en las bases podemitas más de un millar de firmas. Según el último recuento, la medianoche del 8 de marzo de 2021, se habían validado un total de 1.639 adhesiones solo a este manifiesto. Amén del promovido por militantes de IU, ‘Retomar el feminismo’, amparado por más de 300. Entre los suscriptores se rebelan militantes, simpatizantes y cargos orgánicos a nivel autonómico y local de Podemos e IU.
«Posición única»
Tal y como publicó ABC, el borrador sí cuenta con el respaldo de los organismos y asociaciones del colectivo transexual, y así lo hacen notar los militantes de Podemos en el manifiesto, pero insisten en que se ha promovido unilateralmente por el equipo de Igualdad. También denuncian que el Área de Feminismos del partido a nivel nacional «ha impuesto una posición única e inamovible sobre la ‘ley Trans’ que no es necesariamente coincidente con la de todo el partido ni con la de muchas de las mujeres al frente de las áreas de Feminismos en los distintos
territorios de nuestro país». La Secretaría de Igualdad, Feminismos y LGTBI de Podemos está liderada por la portavoz adjunta en el Congreso y diputada de Podemos, Sofía Castañón. En el área del partido perteneciente al mismo ámbito trabajan junto a ella▶ Beatriz Gimeno, Pilar Lima, Inma Ramos, Ángela Rodríguez y Esther Sanz.
Las firmantes reclaman debate público sobre «las políticas de la autodeterminación de género» recogida en el borrador y lamentan la «urgencia» que tiene el departamento para aprobarlo. «Decir que ‘los derechos no se debaten’ es una forma de autoritarismo», apuntan. Reprochan además la actitud hostil de la dirección de Podemos y de Igualdad contra «las mujeres que levantan su voz y expresan su opinión contraria a este borrador».
Transexcluyentes
El manifiesto señala que lo ‘queer’ «desarticula» y «debilita» la lucha feminista▶ «Las teorías que vienen a contradecir lo avalado por más de tres siglos de lucha feminista no sólo no tienen nada que ver con los posicionamientos y objetivos de nuestra agenda, sino que frenan y debilitan nuestros avances». Y añaden que no se puede poner «en tela de juicio» que las mujeres son «el sujeto político del feminismo» y que el movimiento no puede convertirse «en un saco donde guardar cosas que nada tienen que ver con su razón de ser y que chocan» con sus metas.