Bárcenas salva a Casado y carga contra la «cobardía» de Mariano Rajoy
Reprocha que nadie de la «antigua» cúpula del PP reconozca la financiación irregular
El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas soltó ayer su particular traca final en el juicio por el pago de las obras de la sede del partido con fondos de la caja B. En el turno de preguntas de su abogado, con el que completa su declaración en la vista oral, se esmeró por diferenciar al PP «actual» del «antiguo» cuando desvinculó a los de Pablo Casado de cualquier negociación con su persona y señaló a los de Mariano Rajoy por la «cobardía» de no reconocer «los errores». «Nos hemos financiado ilegalmente», aseguró.
Para el extesorero, cuestionar a estas alturas la veracidad de sus manuscritos sobre la contabilidad paralela que así lo reflejan carece de sentido porque «salvo los empresarios y los políticos, que unos dicen que no han entregado y otros no han recibido, el resto está suficientemente acreditado». Se refería a que ha habido personas, como el exgerente Cristóbal Páez, «que han tenido la dignidad de reconocer que las anotaciones se compadecen con la realidad».
«Moralmente reprochable»
«Sin mi declaración en 2013 y la documentación aportada no estaríamos aquí sentados en este momento. No sé si hay algún salto, pero lo que digo es que lo que está anotado ahí es verdad del principio al final y o vale todo, o no vale nada», zanjó.
En su opinión, es «moralmente reprochable» que esos políticos y empresarios, «que no van a tener por este procedimiento ningún reproche penal, no reconozcan las cosas que hicieron mal y las equivocaciones» que reflejan esos apuntes contables.
«Lo único que me molesta es la cobardía a reconocer que nos hemos equivocado, que hemos cometido errores y que nos hemos financiado ilegalmente. Están fuera de la política y ya no se les puede ni exigir la responsabilidad política», añadió.
En este sentido, Bárcenas volvió a apuntar directamente al expresidente del partido. «Las cantidades entregadas a Mariano Rajoy desde 1996 o 1997 y hasta 2008 son absolutamente ciertas». Es el «M. Rajoy» de sus anotaciones.
Además, contó ante el tribunal lo que ya había avanzado en un escrito a la Fiscalía Anticorrupción antes de que arrancase el juicio. Que el expresidente del partido sabía de la caja B, no sólo porque cobraba de ella sino porque él mismo le enseñó los números. «Subo al despacho de Mariano Rajoy, le entrego la cantidad y le enseño las dos últimas hojas para que viese cómo lo llevábamos. Me pregunta cómo es que lo llevamos así y le digo que era indicación de Álvaro Lapuerta, que era para nosotros (...) para que nadie pudiera poner en duda que había una apropiación indebida de alguien (con las donaciones)», explicó. Según declaró ante el tribunal, en ese momento «Rajoy se gira en el sillón y en la destructora de papel que tenía detrás, destruye esos dos documentos».
En todo caso, en su opinión «la gravedad de todo esto» es que en el PP «organizaron una operación policial» para sustraerle «documentos y soportes de audio que acreditarían de forma más contundente tanto la documentación de los papeles como, en la voz de Rajoy, su conocimiento de la llevanza de una contabilidad paralela en el PP».
Se refería a la operación Kitchen, que se instruye en el contexto del caso Villarejo y de cuyo sumario leyó varios pasajes para incidir en que le sustrajeron documentación «comprometedora» para el PP. Ante la Sala, desveló que «la información que tenía más analizada» la guardaba en «un sillón como un arcón con una tapa» en el estudio de su mujer, el mismo espacio que fue allanado en la operación.
«No fue una negociación»
En su exposición sobre este asunto se esmeró en aclarar que fue «en el PP antiguo, no en el de Pablo Casado» igual que previamente había aclarado que contra la cúpula actual, «animadversión ninguna». Les desvinculó de cualquier negociación o conversación con él estos años, como sacó de la ecuación al consejero de Justicia de Madrid, Enrique López y al abogado del PP Jesús Santos, que habló con un amigo