Una mentira desató el odio musulmán y el asesinato del profesor Paty en París
La niña que denunció que el maestro había enseñado caricaturas de Mahoma confiesa que su historia fue un infundio
ras la matanza de los inocentes, la Torre de Babel ensangrentada▶ el padre musulmán y la hija de 13 años que lanzaron la campaña de odio asesino contra el profesor Samuel Paty, degollado el 16 de octubre pasado en las cercanías de su escuela, en Conflans-SainteHonorine (Yvelines, al oeste de París), confiesan haber mentido y actuado mal para intentar escapar, en apariencia, a las acusaciones bien fundadas de incitación al odio y el crimen. Los jueces que instruyen el caso de esa tragedia atroz tendrán que intentar desenredar el rosario de barbaridades difundidas a través de las redes sociales, las primeras declaraciones ante la Policía y los jueces de instrucción y últimas confesiones de arrepentimiento y mentira de los principales protagonistas del caso.
Z. Chnina (13 años) fue la primera en difundir, entre sus amigos y amigas, en su familia, un infundio finalmente trágico▶ Samuel Paty habría enseñado en sus clases caricaturas de Mahoma, haciendo comentarios racistas y de muy diversa naturaleza.
Brahim Chnina (36 años), el padre de la chica, difundió a través de las redes sociales tres vídeos incendiarios, el 3, el 8 y el 12 de octubre, denunciando a Paty en unos términos muy violentos, que terminaron encontrando su ‘público’, comenzando por Abdelhakim Sefroui, activista próximo al yihadismo subversivo, y Abdoullahkh Anzorov, el asesino checheno que degolló a Paty a la puerta de su colegio.
Cinco meses más tarde, la Justicia sigue instruyendo el asesinato y la cadena de acontecimientos que partieron de una mentira atroz▶ un profesor de historia y geografía degollado por un fanático musulmán refugiado en Francia, tras una campaña de odio y difamación lanzada por una familia de musulmanes igualmente refugiados.
El activista Sefroui y el padre de la niña son acusados de delitos de propagación del odio criminal, complicidad indirecta en un asesinato, asociación de delincuentes, propagando campañas de odio contra un maestro. La menor
Tes acusada de propagación del odio.
En el estado de la instrucción del caso, el padre y la niña corren el riesgo de condenas de cierta severidad. Y, ante tal riesgo, la niña y el padre han terminado por confesar que habían mentido. Sin escrúpulos. Los instructores sabían desde el primer día que padre e hija mentían con desfachatez criminal, refugiándose en un rosario de mentiras calumniosas contra un profesor degollado por un fanático.
Según el diario ‘Le Parisien’ (popular independiente), Z. Chnina habría hecho esta confesión a los jueces▶ «No quería decepcionar a mis padres. No fui a clase. Y di como excusa que mi profesor me había expulsado. Solo deseaba evitar la cólera de mi padre». El padre de la niña también reconoce sus mentiras odiosas de manera sesgada▶ «Confieso que me comporté como un gilipollas. Pido perdón al profesor Paty y a su familia, a la opinión pública francesa. Yo solo quería comportarme como un buen padre, defendiendo lo que me había dicho mi hija…».
«La familia está muy serena»
Virginie Le Roy, la abogada de la familia de Samuel Paty, afirma▶ «La familia de Samuel Paty está muy serena. El caso va mucho más allá de la tragedia íntima. La muerte de Samuel Paty estuvo provocada por un rosario de mentiras difundidas por las redes sociales. Debemos luchar para evitar futuras tragedias. Debemos juzgar este caso para evitar que se vuelvan a reproducir sus mecanismos, insidiosos y trágicos. La muerte de Samuel Paty debe servir para que comprendamos y seamos capaces de defendernos contra las campañas de propagación del odio criminal».