Buckingham afirma que resolverá en privado las acusaciones de los Sussex
La Familia Real dice estar «entristecida» por lo que han sufrido el Príncipe Harry y Meghan Markle
Contra todo pronóstico, el Palacio de Buckingham emitió ayer un comunicado en el que se defiende de las acusaciones vertidas por los duques de Sussex en una entrevista con la presentadora Oprah Winfrey, en la que, entre otras declaraciones explosivas, Megan Markle denunció haber sufrido por el racismo de los Windsor, uno de cuyos miembros incluso supuestamente se mostró preocupado por el color de la piel de su hijo Archie antes de que naciera. Pese a que los expertos en la realeza británica pensaban que la Reina Isabel II iba a guardar silencio, como en tantas otras crisis a lo largo de sus 69 años en el trono, el alcance de la polémica, que tocó incluso a las altas esferas políticas, obligó a la monarca a manifestarse públicamente.
«Toda la familia está entristecida al conocer el alcance real de cuán difíciles han sido los últimos años para Harry y Meghan. Las cuestiones planteadas, especialmente la racial, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, se están tomando muy en serio y serán resueltos por la familia de forma privada. Harry, Meghan y Archie serán siempre miembros muy queridos de la familia», reza el escueto texto. La prensa local informó de que el lunes se mantuvieron dentro de Palacio reuniones para definir la mejor estrategia para atajar el tsunami social y político que generaron las declaraciones de la pareja, y que provocaron que incluso el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, pidiera una investigación, mientras que varios parlamentarios de su formación exigieron una respuesta oficial desde el Palacio.
Crisis mayúscula
Los hechos denunciados por los duques de Sussex causaron una auténtica crisis en el Reino Unido. Las portadas de todas las grandes cabeceras se volcaban de nuevo con el tema, y un titular del ‘Daily Mirror’ destacaba que se trata de «la peor crisis real en 85 años». Starmer manifestó que las acusaciones de que el hijo de la pareja fue discriminado por su color de piel incluso antes de nacer, así como sobre la falta de atención a la frágil salud mental de Markle durante su embarazo, que incluso pensó en suicidarse, «deben tomarse muy en serio». «Los problemas que Meghan ha planteado sobre el racismo y la salud mental son realmente graves… son un recordatorio de que demasiadas personas experimentan el racismo en la Gran Bretaña del siglo XXI. Tenemos que tomarnos esto muy, muy en serio», aseveró el líder laborista, y añadió▶ «Nadie, pero nadie, debería tener prejuicios por el color de la piel o por los problemas de salud mental». «Esto es más grande que la Familia Real. Durante demasiados años hemos sido muy despectivos y hemos estado demasiado dispuestos a dejar estos temas a un lado», zanjó. El comunicado fue hecho público después de que el Príncipe Carlos decidiera no hacer declaraciones cuando se le preguntó si había visto la entrevista, durante una visita ayer junto a su esposa, Camila, a un centro de vacunación al norte de Londres.
El primer ministro, Boris Johnson, se posicionó a favor de Isabel II, al señalar que siente «la más alta admiración por la Reina» y su papel unificador. Tras ser interpelado por un periodista sobre las denuncias de los Sussex, que hace un año abandonaron su papel como miembros de la Familia Real y ahora viven en California, el ‘premier’ añadió▶ «He pasado mucho tiempo sin comentar sobre los asuntos de la Familia Real y no tengo la intención de apartarme de eso hoy». «Cuando se trata de asuntos relacionados con la Familia Real, lo que debe decir el primer ministro es nada, y precisamente nada es lo que pienso decir sobre este asunto», agregó. Un portavoz de Downing Street detalló además que Johnson «no ha visto la entrevista» y al ser interrogado sobre si el primer ministro
El comunicado «Las cuestiones
planteadas, especialmente la
racial, son preocupantes»,
reconoce
Boris Johnson El primer ministro británico muestra
su «más alta admiración por la Reina» y su papel
unificador
apoya la propuesta de investigación del Partido Laborista, se limitó a expresar que es «un asunto de Palacio». Cuando se le preguntó si es aceptable hacer preguntas sobre el color de la piel de un no nacido, declaró que «no hay lugar en la sociedad» para el racismo.
En contra de la pareja se han pronunciado figuras del Partido Conservador que creen que han «detonado un arma nuclear» contra la realeza. Peter Goldsmith, miembro de la Cámara de los Lores muy cercano a la prometida del primer ministro y madre de su hijo, Carrie Symonds, escribió en un tuit▶ «Harry está haciendo estallar a su familia». «Toda familia es disfuncional de una forma u otra», concedió por su parte el diputado Michael Fabricant, quien consideró que todos los altos cargos tienen «pequeños secretos personales que querrán ocultar», ya que «todos somos humanos. Solo Su Majestad la Reina parece flotar desinteresadamente por encima de todo».
Una encuesta de la consultora YouGov reveló que un 36% de los británicos apoyan a la Reina y a la Familia Real en esta crisis, mientras que el 22% simpatizan con los duques de Sussex. Más de una cuarta parte, el 28% de los encuestados confesaron que no simpatizan con ninguna de las partes.
as uñas afiladas de Meghan Markle rasgaron los desgastados terciopelos de Buckingham Palace. Peor que una mujer despechada es una mujer vengativa. Su recompensa, por desgarrar los corazones rotos –y a veces gélidos– de los Windsor, ha sido un puñado (millones) de libras. Mientras la actriz interpretaba, quizás, su mejor papel de falsa víctima de la Corona, en la Torre Eiffel se levantaba un clítoris gigante para denunciar el ‘analfabetismo sexual’ (sic). Al mismo tiempo, miles de argentinas desafiaban al Covid en las calles de Buenos Aires. Otras, lo harían en diferentes partes del mundo con un par, como ilustró Rafa Sañudo en una de sus geniales viñetas animadas.
Las periodistas iberoamericanas de WINN eligieron otro modo de rendir homenaje a la mujer trabajadora (que somos todas, hasta las vagas)▶ un poema de Mario Benedetti. Leído con diferentes acentos, declamaron▶ «No te rindas», una pieza maestra del uruguayo más tímido que conocí. A esa hora, ABC.es publicaba una entrevista, histórica y vibrante, con Marichari González-Vegas, primera periodista en formar parte de la plantilla de una redacción donde todos los ojos que la observaban y rodeaban eran de hombres (tenía una figura espléndida y una belleza en el rostro que «rajaba la tierra»).
ABC le pagaría a Marichari lo mismo que al resto de sus compañeros▶ 12.000 pesetas al mes. Aquello provocó una revolución en las pocas colegas que trabajaban en diarios de la época como ‘Ya’ y obligó a la competencia a equiparar los sueldos. Periodista de raza, Marichari le contó a Almudena Martínez Fornés que hoy, 50 años después, si pudiera, haría campaña para que las empleadas domésticas cobren el paro. Ella, una vez más, puso el dedo en la llaga de ese sector del feminismo más preocupado por las formas que por el fondo.
Sergei Melik-Bagdasarov, embajador ruso en Venezuela, intentó ser lo que no es. Armado con un gran ramo de flores se hizo un vídeo. «Esto para las queridas, nuestras preciosas. Abrazos enviamos. Tan lindas, hermosas. Amor deseamos. Las felicitamos, nuestras queridas señoras y señoritas». Resulta gracioso de tan ridículo pero menos dañino que un príncipe de papel y espinas como Harry.
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