La voz más íntima de sale a la luz
∑Se publican por primera vez en español los diarios de la autora de ‘Frankenstein’, que abarcan sus años más creativos y en los que plasma el dolor por la trágica muerte de su marido
ocos siglos tan igualitarios, en materia literaria, como el XIX inglés, habitado por escritores excepcionales, sin importar su sexo, su clase o su procedencia. Y, sin embargo, aún está pendiente la recuperación, en condiciones, de ciertas voces, en su mayoría femeninas. Es el caso de Mary Shelley (1797-1851), cuya obra maestra, ‘Frankenstein’, eclipsó los entresijos y las muchas virtudes de una trayectoria narrativa mayúscula, unida, desde sus comienzos, al escritor Percy Bysshe Shelley (1792-1822), con el que se casó. De ahí la importancia de la publicación, por primera vez en español, de sus diarios, que, desde su aparición, bajo el auspicio de Oxford University Press, en 1987 eran prácticamente inencontrables –los pocos ejemplares nuevos que pueden rastrearse en internet superan los 270 euros–, pues los dos volúmenes que los contenían nunca llegaron a reeditarse. De hecho, el escritor Gonzalo Torné, responsable de la edición que en unos días llegará a las librerías españolas de la mano de Hermida Editores, dice en el prólogo que «se han convertido casi en una criatura mitológica», lo que explica su entusiasmo con el proyecto, que abordó como una parte más de su labor de restitución de las autoras románticas.
«Yo sabía que existían estos diarios, pero no que eran tan difíciles de encontrar», explica Torné, en conversación telefónica con ABC. Finalmente, el editor Alejandro Roque Hermida dio con ellos, y ambos decidieron pedirlos «a ciegas». Se encontraron con un libro «medio ilegible», que recogía todo tipo de datos perfectamente prescindibles, de listas de la compra a tachaduras o esquemas, por lo que optaron por llevar a cabo una nueva edición, cuya materia prima fuera la original. El libro resultante recoge los pasajes que consideraron «más importantes y literarios», y abarca hasta la muerte de Percy Shelley. El título elegido, ‘Diario de
‘Diario de duelo’
Mary Shelley. Hermida Editores. Edición y prólogo de Gonzalo Torné. 184 páginas.
19 euros
Pduelo’, refleja la suma importancia de la última parte de la obra, en la que la autora muestra su dolor, su desgarro por la pérdida de su marido, de su compañero y amigo, y lo hace sin filtro ni mesura narrativa, a corazón abierto.
Bonnie & Clyde
Pero, antes de ser testigo de su aflicción, el lector acompaña a la escritora a lo largo de varios capítulos, ordenados por Torné de manera cronológica y, casi, de forma geográfica, espacial, desde que conoce a Percy Shelley con sólo 16 años –él tenía 22, y estaba casado–. En las primeras páginas de la obra, ambos dan cuenta de lo atribulado de su romance, de su huida, a lo Bonnie & Clyde, de Inglaterra, dejando Percy, que era discípulo del padre de Mary, dos hijos y una esposa, Harriet, que durante mucho tiempo hará la vida imposible a la pareja. «Hay una especie de euforia diabólica en su huida. Es donde vemos más, también, el funcionamiento de la pareja. A diferencia de lo que aparece en muchas películas baratas, estaban tremendamente unidos; la compenetración artística de los dos, que eran dos pájaros de atar, era enorme», asegura Torné. Su regreso a Inglaterra coincide con el primer embarazo de Mary, y la vida sigue su curso, pese a las muchas penurias económicas que deben afrontar, plasmadas también en las páginas.
Muy importante, trascendental y tantas veces evocada por las leyendas románticas, es su estancia, en el verano de 1816, en la mansión Villa Diodati, en Suiza, junto con Lord Byron. Las semanas que allí pasaron quedan recogidas en los diarios, en los que Mary da cuenta de sus lecturas –de Rousseau a Voltaire–, de sus traducciones, de sus paseos, de sus inspiradoras conversaciones y, sobre todo, de su entrega a la escritura de la novela en la que está trabajando. Eran los primeros pasos de ‘Frankenstein’. Así, el «Lunes 12» pasa «la mañana completamente sumergida en la escritura de mi relato sobre el monstruo; traduzco un poco de griego para descansar». El «Domingo 18» reflexiona▶ «Creo que todas las personas (incluidas Lewis y Byron) que consumen tantos esfuerzos para desacreditar el mundo de las sombras están más asustados de lo que parecen, y que siempre se burlan de día y en sitios seguros, y nunca después de medianoche, y mucho menos si están solas». Y, unos días después, el «Miércoles 21», relata▶ «Shelley y yo hablamos largamente sobre mi historia del monstruo. Con sus ideas en la cabeza me pongo a escribir más serena».
Al enviudar Percy –Harriet muere en el lago de Hyde Park–, a finales de 1816, se casan y comienzan un idílico viaje que les lleva hasta Francia, Suiza e Italia, y con el que, además de festejar su matrimonio, buscan alejarse de las múltiples deudas que les acucian.
El duelo
En 1818, se instalan en Italia, donde, cuatro años después, la muerte sorprenderá a Percy en mitad de una travesía en barco desde Pisa a Lerici en la que se aventuró sin saber nadar. A partir de ese momento, la prosa de Mary se tiñe de luto, y esas «Visiones de duelo» se convierten en el mayor tesoro de estos diarios. «Es curioso –explica Gonzalo Torné–, porque abordó su muerte en muchos registros▶ en las cartas, de manera bastante fría; en los poemas, de manera muy lírica y contenida. Pero aquí está