El catedrático que desvió el dinero para su chalé admite su culpa
Algunas de las personas que estuvieron presentes lo describen como «impactante». Ver como un investigado, acusado además de delitos que le pueden costar altas penas de prisión, va admitiéndole al fiscal cada una de las acusaciones que se le imputan no es, al menos, muy común. Sin embargo, Tomás Ángel del Valls, el catedrático de Medio Ambiente de la Universidad de Cádiz (UCA), lo tenía claro. Iba a admitir todo aquello que considere que hizo de manera irregular. Y lo que hizo, según la investigación, es desviar para fines privados (una casa, viajes, comidas, hoteles...) parte del dinero que la universidad le asignaba para que realizara sus proyectos de Química y Ciencias del Mar o para otras cuestiones académicas como la dotación de equipos para el laboratorio y sus estudios, colaboraciones, publicaciones, ponencias, etc. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Cádiz, que han realizado una elaborada y rigurosa investigación, calculan que el desfalco pudo rondar el millón de euros. Pues bien, el pasado jueves 25 de febrero, Del Valls se ponía delante de la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz, Lourdes del Río, e iba asumiendo su responsabilidad a preguntas del ministerio público. Según fuentes consultadas por este periódico, el catedrático llegó a mostrar su «arrepentimiento», e incluso, tachó su conducta de «deleznable».
Por otro lado, quiso dejar claro que el perjuicio económico que ha podido causar y, por tanto, el pago de la responsabilidad civil a la que se enfrenta, «va a estar garantizado», afirmó.