La coalición escenifica su unión pese al intento de ruptura del PSOE
Los socialistas presentan sin garantías de éxito una moción de censura contra PP y Cs
Con palabras y con gestos, Partido Popular y Ciudadanos escenificaron ayer su unidad en Castilla y León. En un día políticamente convulso, los socios del primer Gobierno de coalición en la Comunidad ratificaron su entendimiento y nula voluntad de hacer volar por los aires el acuerdo que el PSOE sí trata de romper. Tras más de dos semanas amenazando con una posible moción de censura, los socialistas se sumaron también al rosario de sus colegas para tratar de hacerse con el sillón de mando y registraron en las Cortes, a las 14.41 horas, la suya propia. Lo hicieron sin contar aún con la mayoría suficiente que la haga prosperar y tres horas después de reiterar que solo darían ese paso cuando contasen con la seguridad de poder tumbar al popular Alfonso Fernández Mañueco.
La moción de censura en Murcia y, sobre todo, el adelanto electoral en Madrid, precipitaron los acontecimientos, reconoció el líder de los socialistas en Castilla y León, Luis Tudanca, convencido de que podrá hacerse con el poder por más que desde la formación naranja dejaron claro que no tienen intención de cambiar de bando. «Abandonen toda esperanza», afirmó el portavoz de Cs en el parlamento autonómico, David Castaño, «seguro al cien por cien» de que nadie en su formación ha negociado el apoyo al PSOE y poniendo la «mano en el fuego» por los doce procuradores de su grupo en torno a la unidad en este sentido. A su lado, su homólogo popular, Raúl de la Hoz, en una imagen de entendimiento más allá de las declaraciones.
Sin embargo, aún con los ecos de esas palabras resonando, el PSOE decidió mover ficha y lanzar su órdago a Ciudadanos, al que Tudanca apeló una y otra vez en su comparecencia para explicar ya por la tarde por qué había dado el paso. Los socialistas ganaron en 2019 las elecciones en Castilla y León, logrando 35 de los 81 escaños en juego y acabando con tres decenios de hegemonía del PP, que se quedó con 29 parlamentarios. A esa mayoría en las urnas apela ahora para intentar hacerse con el poder, para lo que requiere del indispensable apoyo de otros seis diputados autonómicos. Ya tiene asegurado el de los dos de Podemos, y Tudanca afirmó ayer que ha entablado conversaciones con el resto admitiendo que no tiene nada cerrado. Ni siquiera con el resto del Grupo Mixto (con un parlamentario tanto UPL como Por Ávila y Vox) le sería suficiente. Requiere de al menos algún apoyo dentro de Cs, con quien aseguró que sí ha iniciado contactos individuales. Sin embargo, desde la formación naranja descartaron ayer esa posibilidad. Ninguno de los doce «va a apoyarla», recalcaron en un comunicado enviado desde el partido en Castilla y León, en el que tacharon de «irresponsable, inoportuna y contraproducente» la moción firmada por el PSOE y que achacaron a la desesperación de Tudanca por ser presidente de la Junta. Se sumaba al rechazo de la dirección nacional, que también mantuvo su posición contraria expresada en los últimos días. El portavoz de Cs en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, descartaba de forma tajante el apoyo, lo desvinculó de Murcia y consideró la misma «irresponsabilidad» una moción de censura en Castilla y León que mantener al Gobierno murciano.
Y la tercera pata de Cs en la Comunidad, los miembros del Ejecutivo de coalición, también dejaron claro que no van a abandonar a su socio. El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, rival en las primarias de Inés Arrimadas y sin cargo orgánico en su formación, salió del pleno en las Cortes junto a Mañueco, con quien estuvo reunido después. Una imagen de unidad que ratificaron con sus palabras, «contentos, tranquilos». «Nosotros no tomamos decisiones por lo que se haga en otros sitios. Nosotros tomamos decisiones por cómo funciona este Gobierno», defendió Igea, quien hoy comparecerá junto Mañueco en otro gesto de sintonía.
«El acuerdo va bien»
También gestos Mañueco e Igea comparecerán hoy juntos, como lo hicieron ayer
sus grupos parlamentarios
«Tenemos un acuerdo con el PP que va bien» y la Comunidad llegará al fin de la legislatura «como se planteó en 2019, con las mismas personas, programa y Gobierno», defendió del portavoz parlamentario de Cs antes de conocerse la moción de censura del PSOE. «Cs ha demostrado que no está aquí para ocupar sillones, sino para cambiar Castilla y León a mejor», destacaron también desde el PP en esa escena de entendimiento.