Los obispos franceses critican la ley de Macron contra el islamismo
Consideran que tiene aspectos positivos y otros negativos contra
El Estado, sin duda, debe combatir las practicas que atentan contra la dignidad de las mujeres, contra la propagación de mensajes de odio y violencia. Pero la libertad de culto también debe respetarse».
Como presidente de la CEF, monseñor Éric de Moulins-Beaufort ha redactado una suerte de manifiesto que también han firmado el presidente de la Federación protestante de Francia, el pastor François Clavairoly, y Emmanuel Adamakis, presidente de la Asamblea de los obispos ortodoxos de Francia, lanzando contra el proyecto de ley concebido por el gobierno de Emmanuel Macron estas críticas de fondo▶ «El proyecto de ley corre el riesgo de ser un atentado contra las libertades fundamentales, como son la libertad de culto, la libertad de asociación y la libertad de enseñanza. Incluso la libertad de opinión corre el riesgo de ser víctima de una policía del pensamiento, instalándose en la vida cívica».
La Conferencia episcopal, la Federación de los protestantes y la Asamblea de los obispos ortodoxos consideran positivos estos aspectos del proyecto de ley▶ «El Estado cumple con su deber luchando contra la violencia, protegiendo a los ciudadanos. Apoyamos expresamente los dispositivos legislativos que impidan los matrimonios forzados, las mutilaciones sexuales de las jóvenes, la desigualdad ante la herencia, las discriminaciones y la propagación del odio… Pero ¿para qué complicar el funcionamiento de las asociaciones culturales?».
El proyecto de ley aprobado en primera lectura por la Asamblea Nacional, será matizado en segunda lectura, en el Senado con posibles cambios y matices en varios capítulos básicos.
En su defensa estricta de la libertad de culto, en defensa de la identidad espiritual de los individuos, contra el ‘intrusismo administrativo’ del Estado y el ‘ intrusismo amoral del mercado’, la Conferencia episcopal respeta y reconoce lo bien fundado de ese esquema de trabajo, pero desea matizarlo en muchos puntos sensibles.
Libertad de enseñanza
Queda intachable e intangible la neutralidad del servicio público, respetando las convicciones religiosas individuales. El presidente de la CEF insiste en ese punto▶ «Hombres y mujeres tienen una vida espiritual que el Estado no puede controlar ni administrar… es una cuestión de libertad espiritual básica». El servicio público no debe inmiscuirse en ningún sentido en las convicciones religiosas de las familias, que deben ser libres para elegir el modelo de enseñanza que deseen para sus hijos.
El refuerzo de la lucha policial y judicial contra algunas ‘prácticas culturales’ (poligamia, certificados de virginidad, matrimonios forzados) se considera evidentemente esencial, responsabilidad intangible de la autoridad pública. Otro tanto ocurre con la lucha contra los discursos del odio, más allá del origen religioso, étnico o puramente desalmado. Desde la óptica de la jerarquía católica, las asociaciones musulmanas o de otra sensibilidad religiosa, deben poder comportarse con libertad.
Monseñor Éric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal, no ha deseado que las autoridades judías ni musulmanas firmen el manifiesto firmado por católicos, protestantes y ortodoxos, por estas razones▶ «No hemos deseado formar un ‘frente religioso’ contra el proyecto gubernamental. Cada religión tiene sus relaciones propias con el Estado. Para nosotros, católicos, cristianos, lo esencial es que el Estado comprende que la vida cívica no puede resumirse a su regulación por la administración o el mercado. Es fundamental que el Estado comprenda que los ciudadanos tienen relaciones propias con una referencia espiritual propia, una referencia que trasciende y más allá de la política o el mercado. Ese es el sentido último de nuestra crítica contra el proyecto de ley, que debería modificarse en aspectos esenciales».
Lo laudable
El proyecto de ley «hace bien» en
perseguir la poligamia y otros ataques islamistas
contra la mujer