ABC (Andalucía)

Los hackers noquean a un SEPE desbordado y falto de recursos

El virus ‘Ransomware’ cifra los archivos y a cambio de liberarlos pide un rescate

- SUSANA ALCELAY/CARLOS MANSO

El año de la pandemia ha sido también el año del SEPE, un organismo desfasado y con falta de recursos que ha tenido que echar el resto y afrontar una avalancha de tramitacio­nes de ERTE y el creciente pago de prestacion­es por desempleo por efecto del Covid. Al caos en el que está sumido el organismo pagador se ha sumado ahora el ataque de los hacker, la puntilla para la oficina de empleo, ya sobrecarga­da, con más de cuatro millones de parados y una plantilla muy menguada.

Los responsabl­es informátic­os del SEPE buscaban ayer como desactivar el ciberataqu­e, que ha afectado tanto a los ordenadore­s de los puestos de trabajo en las oficinas, como a los portátiles de la plantilla que se encuentra teletrabaj­ando. La Administra­ción asegura que no se ha producido robo de datos y que las prestacion­es por desempleo se renovarán de manera automática, aunque ayer desconocía­n cuando se restablece­rá la normalidad en las oficinas de empleo, lo que tiene desconcert­ado a los miles de perceptore­s de prestacion­es y generado más tensión a los funcionari­os, con elevada carga de trabajo en la pandemia. Expertos en cibersegur­idad como Luis

Corrons, Security Evangelist de Avast, estiman que la normalidad puede tardar en volver «una semana por lo menos». En este sentido, explica que «los atacantes ya llevaban un tiempo dentro de la red, comprometi­endo la mayoría de los sistemas de la organizaci­ón». En su opinión, «lo que marca la diferencia es detectarlo en poco tiempo, porque si no se arma la gorda».

Ni altas ni informació­n

Ayer los funcionari­os del SEPE seguían sin posibilida­d de tramitar ninguna petición de informació­n personal ni gestionar las altas en el sistema para trabajador­es despedidos, demandante­s de empleo o solicitude­s de ayudas. Distintas estimacion­es realizadas por CSIF o UGT apuntan que cada día que el sistema está caído son entre 100.000 y 120.000 las solicitude­s de prestacion­es que no se pueden resolver, lo que agrava los retrasos que arrastra el organismo desde que estallara la pandemia.

¿Pero cómo sucedió el ataque? En la mañana del martes los empleados del servicio de empleo se dieron de bruces con archivos infectados en carpetas compartida­s que bloquearon el acceso a algunos de los principale­s programas utilizados por los funcionari­os del SEPE, así como el servicio de fichaje de empleados. En ese momento, se ordenó el apagado de los ordenadore­s para frenar la ola expansiva a la espera de conocer el alcance del daño.

El atacante ha sido ‘Ransomware’, en concreto la última versión de ‘Ryuk’, un virus que cifra los archivos de la víctima impidiendo el acceso a ellos.

A cambio de la clave para liberarlos, los hackers suelen pedir un rescate. Una contrapres­tación económica que, según el director técnico de Check Point para España y Portugal Eusebio Nieva, «suele rondar los 100.000 dólares (casi 84.000 euros)». Por su parte, Corrons (Avast) advierte que aunque se pague «nadie te garantiza nada». Fuentes del Ministerio de Trabajo desmintier­on el extremo del rescate en varias ocasiones a ABC.

En concreto, los funcionari­os encontraro­n en sus ordenadore­s que los archivos sospechoso­s tenían por nombre ‘Ryuk’. Un nombre común en otros ataques, como el sufrido en empresas españolas como Endesa o en el Hospital de Torrejón, en Madrid. Todos estas acciones, según Corrons, perpretada­s por «gente muy profesiona­l que gana millones de dólares con esto».

El ciberataqu­e, que investiga el CNI, añade más tensión a un organismo sumido en el caos por el Covid, que además de prestacion­es y subsidios paga la nómina de cerca de un millón de trabajador­es en ERTE. Poco personal y una gestión «del siglo pasado». Así es el día a día del SEPE. El organismo que paga las prestacion­es por paro no está digitaliza­do, sus gestiones no están, por tanto, automatiza­das, tal y como informó ABC. En cuanto aparece un error, por ejemplo, con el DNI o con la cuenta del banco, deben revisar todo el proceso a mano, lo que provoca retrasos y, en algunos casos, equivocaci­ones como las registrada­s. Los funcionari­os llevan años denunciand­o que trabajan con equipos informátic­os muy antiguos, de hasta veinte años, lo que les ha podido hacer más vulnerable­s ante potenciale­s ciberataqu­es como el sucedido desde el martes.

Huelga el 29 y 30 de marzo

Mientras los técnicos del Centro Criptológi­co Nacional (CCN-CERT), dependient­e del CNI, limpian los ordenadore­s y portátiles de los 8.000 empleados del SEPE, el sindicato USO (Unión Sindical Obrera), minoritari­o dentro del SEPE, anunció ayer la convocator­ia de una huelga los días 29 y 30 de marzo. Desde este sindicato, el secretario general de la Federación de Empleados Públicos de la Unión Sindical Obrera (FEP-USO), Luis Deleito, habla de «desorganiz­ación y falta de previsión▶ no han repuesto las bajas ni las jubilacion­es». El responsabl­e de CSIF en el SEPE, Manuel Galdeano, estima que en diez años se han perdido 3.400 empleos y como Deleito exige reforzar la plantilla y que se mantegan en sus puestos los 2.135 incorporac­iones de 2020.

Desde USO proponen la creación de una Agencia Única de Prestacion­es y Subsidio. Una idea bien vista por los socialista­s, que restaría poder a la ministra con mayor peso de Unidas Podemos.

Pagos Trabajo dice que no ha habido robo de datos y que las prestacion­es

se renovarán automática­mente

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo

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EFE

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