La primera alerta de China a la OMS llegó a un edificio vacío▶ «Estábamos de vacaciones»
La agencia sanitaria de la ONU justifica un año después la tardanza en declarar la pandemia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no organizará hoy ningún evento para conmemorar el primer aniversario de la pandemia. Mientras la nueva enfermedad hace estragos en el mundo, la OMS sigue justificando su gestión y evita utilizar este término porque la verdadera alerta se proclamó el 30 de enero de 2020 al declararse la emergencia sanitaria internacional. «Había 98 casos confirmados de Covid-19 y ningún muerto. Lo que ocurrió fue que los países tardaron en reaccionar», defiende a ABC el portavoz del organismo Tarik Jasarevic, quien justificó a este diario por qué no declaró entonces ninguna pandemia.
Otro de los motivos para no declarar la pandemia es que el término no existe jurídicamente en la reglamentación sanitaria internacional. Y que la OMS temía asustar al mundo con un término que no iba a cambiar la evaluación de la amenaza del virus ni la acción de la agencia sanitaria de la ONU o de sus países miembros. «Lo único que hizo la Organización Mundial de la Salud fue caracterizar la nueva enfermedad como pandemia», insiste Jarasevic.
Un edificio vacío
Más allá del 11 de marzo de 2020 hay otras fechas que están en el recuerdo de la agencia sanitaria de Naciones Unidas como fue la alerta por un caso de infección debido a una neumonía desconocida detectada en la ciudad china de Wuhan. Fue hace más de un año, en Año Nuevo. Ese día llegó la información a la sede del organismo, en Ginebra un correo electrónico que entraba en los ordenadores de un edificio vacío, ya que los funcionarios estaban ausentes por las fiestas de la San Silvestre. «Estábamos de vacaciones», recuerda el portavoz de la OMS a ABC, sin querer hablar más del tema.
Desde entonces el trabajo de la institución ha consistido en gestionar las recomendaciones sanitarias para todos los países, pero también en evitar, por todos los medios, las críticas por su gestión. La OMS era consciente de que sus recomendaciones tendrían consecuencias económicas sin precedentes y que no se limitarían al ámbito sanitario –distanciación social, uso de mascarillas, vacunas o tratamientos–, sino que acarrearían medidas muy drásticas como el cierre inmediato de las fronteras y los confinamientos.
La pandemia reveló la fragilidad de los sistemas sanitarios y colocó las políticas de salud en el primer plano de las agendas gubernamentales. También puso en evidencia la falta de preparación de los países frente a este tipo de crisis mundiales. No había suficientes mascarillas como tampoco hay, ahora, bastantes vacunas para inmunizar a la población, asumen en el organismo.
Investigación en Wuhan
A pesar de la velocidad con la que los países y las farmacéuticas se han puesto a punto en el reparto de vacunas, siguen siendo escasas para la magnitud de la empresa. Su fabricación es compleja y, por otra parte, los laboratorios farmaceúticos defienden sus patentes.
El escepticismo recae también sobre la investigación de la misión especial de la OMS a China acerca de los orígenes del virus. El pasado mes de enero, los expertos de la OMS lograron viajar al país asiático. Regresaron sin conseguir la absoluta cooperación de sus homólogos chinos. El organismo tiene aún mucho camino por recorrer.
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