Sara Carbonero e Íker iban a anunciar su separación antes de la operación
La pareja hace vidas separadas aunque viven cerca y hay buen rollo por sus hijos
ste miércoles la portada de la revista ‘Lecturas’ provocaba un tsunami informativo al anunciar lo que era un rumor a voces y nadie se atrevía a verbalizar▶ la periodista Sara Carbonero y el exfutbolista Íker Casillas se han separado. La protagonista de la noticia amanecía temprano para llevar al colegio a sus hijos, Martín, de 7 años, y Lucas, de 4. A su salida los medios le preguntaban sobre la portada del día en la que se anunciaba su separación. Ella lejos de desmentir la información se limitó a un «no voy a decir nada», ante las preguntas insistentes. Sobre si estaba bien▶ «Sí, muy bien. Gracias», respondía. Horas más tarde la revista ‘¡Hola!’ desmentía la información, según fuentes cercanas a la pareja, pero no pudiéndolo afirmar en boca de los protagonistas.
Y es que hay dos versiones al respecto. Por un lado compañeros de Radio Marca y alguna que otra portavoz (no oficial) que suelen desmentir aquello que creen que daña mediáticamente a la pareja y de paso alivian su presión. Y la otra, que viene por parte del exfutbolista que confirma a ABC que la revista de este miércoles se ha adelantado a la intención de Íker y Sara, de anunciarlo oficialmente a través de un comunicado que ya estaría incluso redactado. Y es que al parecer, tenían previsto haberlo hecho público unas días antes de la última intervención quirúrgica de Sara el pasado 5 de febrero. Pero este contratiempo en la salud de la periodista truncó los planes, ya que las prioridades eran otras y la pareja optó por esperar a su total recuperación.
Por eso les vimos juntos abandonando la Clínica Universidad de Navarra en Madrid donde fue intervenida el 12 de febrero. De haberse producido el anuncio hubiese sido una bomba de relojería que habría desatado una lluvia de críticas hacia el exfutbolista por no estar al lado de la madre de sus hijos en un momento tan crítico. Así que tal y como asegura ‘Lecturas’, sus más allegados saben que llevan haciendo vidas prácticamente separadas desde hace meses pero prefieren dejar que la cosa se marchite y se acabe sabiendo con el
Etiempo. Por no ponerse, las fuentes no se ponen de acuerdo ni siquiera en si están viviendo en casas prácticamente contiguas en la misma urbanización en Pozuelo de Alarcón o en habitaciones separadas para mantener la comodidad y la privacidad de sus hijos. «Técnicamente hacían vida de separados» o «será que sí, yo ya ni le pregunto por ella porque es perder el tiempo», aseguran algunos allegados a Íker a este periódico. Mientras que compañeros de Radio Marca, donde la periodista colabora, aseguran «que no les consta en absoluto que estén separados».
Lo que es una realidad es que la pareja se han empeñado en no reconocer públicamente lo que aparentemente es obvio. No hay gestos ni mensajes de cariño en público, ni imágenes juntos. El romance del Mundial de fútbol parece que se ha congelado. De las pocas veces que se les ha visto juntos en las últimas semanas ha sido para llevar a sus hijos al colegio, o hace unos días saliendo de comer de un restaurante con una amiga en común. De donde por cierto, él se marchó
Desgaste
«No he estado con Sara todo lo que
debería», dijo el exfutbolista al ser preguntado por su relación
solo y ellas juntas en el coche sin despedirse en la calle.
Sobre los motivos de este cese de la convivencia o separación como quieran etiquetarlo se apunta a un desgaste en la pareja producido por las duras situaciones a los que ambos se han tenido que enfrentar en los últimos años. Él sufrió un infarto que le apartó definitivamente del fútbol y ella tuvo que luchar contra un cáncer de ovarios. El propio Íker reconocía en una entrevista reciente a Gustavo González en ‘Semana’ que «no he estado con Sara todo lo que debería». Refiriéndose a que quizás no supo estar a la altura de su mujer cuando esta más le necesitaba durante su lucha. A esto habría que unir un posible desengaño que habría sufrido la periodista al enterarse de una traición que habría quedó silenciada y sellada ante notario. Al menos de momento.
iene narices que el estreno de ‘La Campos Móvil’ con Isabel Díaz Ayuso estuviera previsto el mismo día en que Ayuso convocó elecciones tras el terremoto murciano. Tras el suicidio de Ciudadanos. Tras ver las barbas del vecino y esas cosas. Tras ver la oportunidad.
El artefacto móvil de Campos, que está entre ‘La cabina’ y un escaparate de Ámsterdam, se paseó por Madrid con Campos y Ayuso dentro. A veces bajaban. Fue Campos a recogerla a la Puerta del Sol. Pasaron por Génova («Me gusta el traslado de la sede. Esto es un edificio de oficinas»), por Chamberí (el barrio de la presidenta), por la Moncloa y por el Zendal (contó Ayuso que el nombre de la enfermera se lo sugirió un enfermero que le hizo una PCR). Si lo de Almeida en ‘El hormiguero’ no servía demasiado de campaña (o sí por ser perenne), esto de Ayuso está más cerca de unas elecciones. En mayo.
Salió Ayuso ayer (en directo) muy
Lo mejor
«No puedo criticar a quien me ayuda a gobernar. Pero no soporto a la gente que se cree
perfecta»
Tseria para decir▶ «Pongo mi cargo a disposición de los madrileños» o «No puedo dejar que Madrid pierda su libertad». Muy sonriente y simpática está en lo de Campos, que se llama a sí misma pobre anciana. El programa es ágil. No es sólo la entrevista en el cubículo transparente. Se cuaja de declaraciones de Ayuso, de titulares de prensa a lo ‘Hormigas blancas’. «Con algunas cosas suyas me he reído» (Campos). Y pusieron ayusadas. «Hablé de los atascos a las tres de la mañana. Ahora todo está apagado a las once, y eso no es la identidad de Madrid». Cuando se bajaron en Chamberí, entraron en bares y comercios. En el bar de un gallego▶ «Manuel, que vengo a verte. Te traigo a María Teresa Campos. No me he traído el perro porque si no, no quedan zapatos». En una frutería▶ «Me despierta todos los días a las cinco de la mañana con la energía con la que levanta la persiana». Compra los aguacates de uno en uno («Porque si no se me ponen malos»). Visto hoy, quizá lo más interesante de lo escuchado fue esto▶ «Yo no puedo criticar a quien me ayuda a gobernar. Pero no soporto a la gente que se cree perfecta». Díselo, reina, que diría el tuitero Flugbeiler en uno de sus descacharrantes vídeos.