El Gobierno rescata a una aerolínea sin casi actividad vinculada al chavismo
Uno de los socios mayoritarios de la aerolínea comparte negocios con el entorno de Maduro y su esposa La compañía española goza de beneficios en Venezuela que solo se logran si se tiene buena relación con el régimen chavista
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), adscrita al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, concedió un rescate a la aerolínea Plus Ultra de 53 millones de euros tras ser considerada como una empresa estratégica por su contribución al turismo. Unas ayudas que llegaron con polémica desde el principio, dada la presencia residual de las operaciones de la compañía en el sector aéreo español y, también, por la procedencia de cerca de la mitad de su capital bajo sospecha por su posible vinculación a empresarios vinculados con el Gobierno de Venezuela. Sobre esta conjetura, el presidente de Plus Ultra, Fernando García Manso, se muestra contundente a ABC▶ «Somos una empresa cien por cien española».
Pero los lazos con el Ejecutivo de Maduro son muy estrechos. El capital de Plus Ultra está repartido entre varias empresas▶ el 47% lo controla Snip Aviation, cuyo presidente, Rodolfo José Reyes Rojas, es a su vez consejero en otras empresas (la compañía de Bocono y Biscucuy y Alimentos Los Páramos) junto al venezolano de origen libanés Camilo Ibrahim Issa, enlace con el régimen venezolano.
Este último es un empresario millonario relacionado con el negocio familiar de Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores de las cajas CLAP de comida a familias más desfavorecidas, caso que fue investigado por la comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional opositora en 2018. Según una fuente consultada por ABC dentro de la comisión, Ibrahim Issa forma parte del entramado de corrupción de las CLAP con empresas que tiene en el sector alimentario.
Esa conexión impulsó un negocio importante en el sector aeronáutico. Apenas una decena de aerolíneas tienen autorizadas las operaciones comerciales con el país sudamericano, una de ellas es Plus Ultra, que antes de la pandemia volaba cuatro veces a Caracas, una desde Tenerife y las otras desde Madrid.
Pero la aerolínea española goza de algunos beneficios que solo son posibles si se tiene una buena relación con el régimen. Según revela una fuente de la aeronáutica civil venezolana, Plus Ultra «paga el combustible Jet A-1 a precio nacional» cuando Maduro obliga a las otras aerolíneas internacionales a pagar a precio internacional y con criptomonedas. «No pagan las tasas del servicio aeroportuario que incluye tener aparcado los aviones en el hangar» y «son los únicos autorizados para hacer los vuelos humanitarios y de repatriación» que se activaron por la pandemia. Además, los pocos vuelos chárter que realizan lo hacen a los aliados de Maduro a La Habana, Moscú, La Paz, Quito, etc...
En los últimos tres años, apenas 300.000 pasajeros La compañía apenas ha transportado a 300.000 pasajeros desde enero de 2018 hasta el cierre de 2020, la mitad de ellos en el año anterior a la pandemia
Sin beneficios
Así las cosas, el Gobierno –a través de la SEPI– rescatará con 53 millones a una aerolínea que ha registrado pérdidas en todos sus ejercicios. Además, no esperan volver a operar hasta junio y su presidente fía su recuperación en 2023. Aunque señala que no afectará a sus planes de expansión y esperan el año próximo expandirse a Colombia.
Pero en los últimos tres años apenas ha trasladado a 300.000 pasajeros, o lo que es lo mismo, 277 cada día desde enero 2018 hasta el 31 diciembre de 2020, según los datos de Aena. La compañía opera con cuatro Airbus 340, dos serie 300 (operativos desde 2001 y 2002) con capacidad de 275 y 289 asientos, y dos serie 600, en funcionamiento desde 2009, con capacidad para 376 pasajeros, ambos anteriormente operados por la compañía emiratí Etihad. Teniendo en cuenta estas distribuciones, desde 2018 a 2020 la compañía apenas llegaría a completar uno de sus aviones de menor capacidad al día.
Es más, contando con que en 2019 la aerolínea llevó a 156.000 pasajeros y en ese año realizó 812 operaciones comerciales, la media nos dice que en cada vuelo de Plus Ultra embarcaron 192 pasajeros. En porcentaje representa un 69% de media de ocupación en el caso de los vuelos con menor capacidad, y en algunas rutas como Tenerife Norte-Caracas, monopolizada por la compañía, baja al 64%.
En cuanto al tráfico aéreo de Plus Ultra, representó un 1% del total en España. Por poner algunos ejemplos, Iberia transportó más de 20 millones de viajeros y la otra aerolínea rescatada, Air Europa, 19 millones. Estos datos son los que ponen en duda el sentido estratégico de la compañía.
Sin embargo, el CEO de la empresa asegura a este periódico que la ocupación media de sus vuelos es de un 85%, que transportaron 170.000 pasajeros en 2019, además de que en los países en los que están implantados tienen una presencia elevada. Concretamente, un 20% en Perú, Ecuador y Venezuela. «Somos una empresa estratégica. De 2018 a 2019 crecimos un 40%», subrayó a ABC García Manso.