La marcha de Cristiano
«Perdió Cris y perdió el Madrid. No le hubiese dejado salir. Hay relaciones que tienen que ser de por vida»
o se separan tras dieciséis años de relación.
El club le ofrece a Ramos dos años de contrato, hasta 2023, con una reducción de sueldo del diez por ciento, que podría ser levantada en el segundo curso si la entidad ya tiene todos los grifos económicos abiertos bajo la premisa del final de la pandemia. El futbolista gana doce millones de euros netos anuales, que, con la reducción, se quedarían en 10,8 millones. Sería posible que volviera a cobrar los doce millones a partir de julio de 2022.
El jugador pidió inicialmente un aumento de salario a los catorce millones, porque consideraba que se lo había ganado por rendimiento. Luego, redujo sus pretensiones y solicitó mantener el mismo sueldo, doce millones, durante los dos próximos años. Pero el club quiere que se baje el salario el diez por ciento. Sabe que, si lo acepta, toda la plantilla haría lo mismo.
El Real Madrid se sintió molesto cuando Ramos no quiso rebajarse el salario en diciembre. El capitán entró en el vestuario y dijo que él no se recortaba el sueldo. Preguntó a sus compañero qué harían. Solo Casemiro dijo que se rebajaría el salario. Ese lance desvirtuó la relación de la casa con Ramos, lo que provocó un parón en las conversaciones. Después la entidad dialogó individualmente con sus futbolistas y ya se han reducido los emolumentos una docena.
Ahora, los allegados a Sergio Ramos le aconsejan que acepte la rebaja de sus ganancias en un diez por ciento que propone la empresa, lo que implicaría que casi toda la plantilla haría lo mismo, y que pida más dinero en bonus variables como títulos o número de partidos disputados. Puede ser la solución definitiva al litigio. Florentino Pérez quiere saber primero si el Real Madrid continuará el martes en la Champions para dialogar después con Ramos en una visión más positiva del futuro. Alcanzar los cuartos de final de la competición fetiche de la casa significaría una inyección económica importante.
Las negociaciones entre Ramos y el club blanco se complicaron sobremanera con la dura pelea dialéctica sufrida en el acuerdo de 2015, que se consiguió al cabo de un año muy rudo de tiras y aflojas. Desde entonces, las relaciones quedaron tocadas y el precio de aquella guerra de filtraciones ha sido el distanciamiento que se ha vislumbrado en este último año de conversaciones para intentar otro acuerdo que no es sencillo, porque hay cuentas pendientes y el orgullo se antepone.
No tiene otras ofertas
Ahora, ambas partes saben que es el momento de acercar posturas o decidir separarse. Ramos se ha encontrado con el problema de la artroscopia en enero, una operación que ha significado que otros clubes esperen a valorar su rendimiento en el Real Madrid tras la intervención para lanzar una oferta. Cumple 35 años este mes. El capitán no posee ahora mismo ofertas de otros equipos que pretendan contratarlo. Asegura que espera al suyo.
El andaluz quiere rematar esa posible renovación con ‘rendimiento’ en el césped. Anhela demostrar que es el mismo de antes. «Mi objetivo es ser siempre el mejor», subrayaba ayer. Veremos si de nuevo en el Real Madrid porque la incertidumbre continúa.