Cribados muy poco masivos
Las pruebas poblacionales que realiza la Junta se saldan con participaciones decepcionantes y exiguos positivos. El SAS los defiende pero los expertos cuestionan su eficacia
finales de noviembre la Junta de Andalucía presentó las ocho unidades móviles que recorrerían la comunidad para hacer cribados masivos de la Covid-19. Ha sido una de las estrategias estrella para controlar el avance de la pandemia y seguirle la pista al virus, pero meses después toca hacer balance. La baja participación —pese a ser gratuitas— y el tipo de test que se practica siembran la duda sobre su efectividad y resultados.
Estas pruebas masivas comenzaron a realizarse en los municipios andaluces con mayor incidencia y posteriormente se han ido ampliando a pueblos y ciudades de toda la región. Según la Consejería de Salud, un 65 por ciento de las personas citadas acude para realizarse la prueba, pero ese porcentaje fluctúa según el municipio, dejando casos como el de Málaga capital, donde ya se han realizado dos en menos de un mes con niveles de participación del 46 y el 36 por ciento, respectivamente. Con estas cifras, ¿sirven para algo los cribados?
El catedrático y profesor de Microbiología de la Universidad de Málaga Eduardo Martínez asegura a ABC que el éxito de estas pruebas se asienta en dos pilares▶ la cantidad de gente a
Ala que llega y el tipo de test. «Cuanta menos población participa en el cribado menos utilidad tiene. Eso es así», señala el profesor. Desde Salud también aseguran que son la mejor herramienta para frenar el virus, gracias a la detección de casos asintomáticos, pero lo cierto es que los test que se utilizan, de antígenos, no son los más adecuados para ese propósito.
Según Martínez, esta prueba es muy precisa cuando hay signos de la enfermedad, pero cuando no los hay «el número de falsos negativos es
Escasa participación
El miedo a la consecuencia laboral de un positivo y la economía sumergida condicionan la afluencia
grande». En los últimos cribados el número de positivos en Covid-19 detectados ha sido muy escaso en términos generales. Once cribados en municipios de Málaga solo revelaron un caso positivo y en los dos que se realizaron en la capital, a los que fueron
Al margen de la efectividad de un tipo u otro de test, la participación es clave para que la radiografía del virus sea lo más nítida posible. En el Servicio Andaluz de Salud (SAS) no preocupa en exceso el poco éxito de las convocatorias. Su gerente, Miguel Ángel Guzmán reconoce que es una «asignatura pendiente» que la población acuda de forma masiva, pero que un 50 o un 60 por ciento de participación es lo habitual.
«Creo que lo destacable de lo que estamos viendo es que los resultados se revelan muy poco positivos y eso, independientemente de la afluencia, es reflejo de la caída en la incidencia que está habiendo. Nosotros estamos satisfechos con el resultado», sentencia. Según el profesor Martínez, también cabe la posibilidad de que los datos de Salud no estén actualizados y los teléfonos a los que se envían los SMS no sean correctos, aunque duda que esa sea la matriz el problema. «Si no responden es que no quieren ir», insiste.
Moralidades aparte, sugiere el miedo como causa principal. En otras palabras, la necesidad vence a la solidaridad colectiva para vencer al virus. «No podemos engañarnos. Hay mucha gente trabajando en la economía sumergida y otros tantos temen decir en su empresa que tienen coronavirus por si los echan», asegura, «si alguien sale positivo no piensa en que tiene que quedarse en casa para no contagiar a los demás, lo que creen es que se quedan en casa y no pueden ganarse la vida», apunta