Autopista al bochorno

Luis Rojas

Marcos

A Montero le parecía fetén y muy seguro votar en Cataluña en febrero, con seis veces más de contagios que ahora en Madrid, donde ir a las urnas –dice– es «una locura»

Febrero de 2021: «Han intentado retrasar las elecciones por todos los medios, pero ahí vamos a estar, en las urnas. Con seguridad, con confianza. ¿Ustedes creen que si votar no fuera seguro un ministro de Sanidad [Illa, el del famoso efecto] estaría haciendo campaña? Imposible».

Marzo de 2021: «A mí me parece una verdadera locura la convocatoria de elecciones en plena pandemia, con una situación económica tan grave como la que vivimos, siendo Madrid tan importante como motor de la economía. La gente debe pensar que parecemos de otro planeta».

Ni un mes separan estas dos declaraciones de la ministra portavoz del Gobierno, que efectivamente parece que ha cambiado de planeta pues lo que era una bendición en Cataluña es ahora una locura en Madrid. Menos de treinta días en los que la situación de la pandemia es mucho mejor que en vísperas del 14-F, cuando la incidencia acumulada estaba muy por encima del riesgo extremo, más allá de 600 casos por cada 100.000, casi seis veces más que estos días. Hay diferentes maneras de evitar el ridículo, una de ellas es ser congruente y otra tener algo de memoria para que luego no te saquen los colores por destrozar tu propia palabra.