Hervías, último fiel del núcleo de Rivera, deja Cs y la política
El exsecretario de Organización carga con dureza contra la deriva de Arrimadas
«Hoy es un día triste». Así comenzaba ayer Fran Hervías, exsecretario de Organización de Ciudadanos (Cs), su carta de renuncia a su acta de senador y a su carnet de militante del partido en el que llevaba trabajando 15 años. Él era de los que se apuntó a Cs en sus inicios, cuando era solo una idea en la mente de muchas personas que querían abrir un camino en la política que no dependiese del nacionalismo.
Ayer puso punto y final a su etapa en Cs, denunciando lo que entiende como una deriva política de la actual dirección, liderada por Inés Arrimadas, que según él ha cambiado «los principios» de la formación para convertirla en «una muleta más del sanchismo». El senador protestó públicamente tras las elecciones catalanas por el rumbo del partido y exigió autocrítica y cambios sustanciales.
Pero tras un mes sin cambios y una semana ‘horribilis’ en la que los liberales han perdido dos de sus cuatro gobiernos autonómicos, Hervías se baja del barco. El ya exsenador ya anunció que no seguiría al frente de la Secretaría de Organización de Cs después del 10-N, cuando los de Albert Rivera perdieron 47 de sus 57 escaños en el Congreso.
Entonces, Rivera, José Manuel Villegas, Juan Carlos Girauta y Fernando de Páramo abandonaron la política. Del núcleo duro de Rivera solo permanecieron en política Hervías, que se apartó de su responsabilidad en el partido, pero pactó con la nueva dirección su incorporación al Senado en sustitución de Fran Carrillo, y el actual número dos de facto de Cs, Carlos Cuadrado.
Cuadrado había acumulado recelos del entorno de Rivera por lo que entienden como una estrategia errada en su acercamiento a Pedro Sánchez.
«Muleta del sanchismo»
Una idea que hizo patente Hervías en su misiva pública, que compartió ayer en Twitter al filo de las nueve de la noche. «Hoy Cs se ha convertido en un partido que es parte del problema y no de la solución. Abandonando los valores y principios liberales para convertirse en una muleta más del ‘sanchismo’».
Se despide «con tristeza y tras una reflexión sosegada», pero con la convicción, dice, de que no puede seguir representando a un partido «que ha cambiado su ideología y sus principios».
Hervías asegura que en los últimos meses había trasladado su malestar a destacados dirigentes de Cs, «sin éxito». Y después denuncia, en un claro guiño a Rivera, que España está gobernada «por una banda». «Necesitamos un proyecto que piense más en el interés general que en los votos».