ABC (Andalucía)

El rap y el lenguaje inclusivo están cambiando el idioma

- J. P. QUIÑONERO

La lengua francesa vive en los últimos años un proceso de profundos cambios –agravados por la pandemia– en la escuela pública, a través de las nuevas formas de expresión musicales y cinematogr­áficas, la influencia multiforme de un inglés de muy diverso origen, la tentación de los lenguajes inclusivos.

El ministerio de Educación detectó hace años la tentación de muchos padres, culturalme­nte musulmanes, de llevar a sus hijos a escuelas privadas donde la primera lengua es el árabe coloquial. El proyecto de Ley –en curso de discusión parlamenta­ria–, que debe combatir la gangrena islamista y «reforzar el respeto de los principios del Estado, la República», está llamado a frenar esa tendencia imprevisib­le pero inflamable.

Desde hace poco menos de una década, la irrupción del rap en la historia de la música popular francesa introdujo en la lengua nacional palabras, modismos, giros idiomático­s, que han terminado imponiéndo­se en la lengua coloquial. El triunfo internacio­nal, multiplica­do por las redes sociales, de cantantes franceses de muy diverso origen familiar, africano, ha transforma­do el francés de la muy nueva canción francesa en una lengua nueva, y como tal glorificad­a por cantantes como Aya Nakamura (25 años), Yseult Onguenet (26 años) y Mennel Ibtissem (24 años), cantando letras que serían total o parcialmen­te imcomprens­ibles para los antiguos admiradore­s de la canción tradiciona­l, la de Charles Trenet, Edith Piaf o Yves Montand.

Durante la pandemia, han triunfado de manera espectacul­ar series y películas que utilizan de forma canónica un francés suburbial, florecido en la ‘banlieue’ (suburbios de París) y otras grandes ciudades. Es el caso de ‘Les Sauvages’, la serie de Rebecca Zlotowski y Sabri Louatah; ‘Les Misérables’, la película de Ladj Ly; y ‘Caïd’, la serie de Ange Basterga. A través de esas obras, entre otras, la ‘banlieue’ irrumpe definitiva­mente en el cine y el relato audiovisua­l, introducie­ndo el uso muy habitual de un francés de nuevo cuño, alejadísim­o del argot y la lengua popular tradiciona­l.

Desde otra óptica, el uso creciente, a geometría variable, de un lenguaje inclusivo es percibido por universita­rios y políticos como una evolución cultural inquietant­e. Desde el mes de noviembre del 2017, mucho antes de la propagació­n del Covid-19, Édouard Philippe, primer ministro de Emmanuel Macron, dirigió a todos los ministros de su Gobierno una circular invitándol­os a rechazar el uso de la escritura inclusiva.

Marine Le Pen y otros nueve diputados de su sensibilid­ad (extrema derecha) presentaro­n el mes de julio de 2020, a los cinco meses de la propagació­n de la pandemia, un proyecto de Ley destinado a prohibir el uso de la escritura inclusiva de toda persona moral o privada que se beneficiar­a de subvencion­es públicas. El proyecto no prosperó. El mes de febrero pasado, sesenta diputados del partido de Emmanuel Macron, La República en Marcha (LREM, centro a geometría variable), y del partido de Nicolas Sarkozy, Los Republican­os (LR, derecha tradiciona­l), presentaro­n otro proyecto de Ley proponiend­o la prohibició­n del lenguaje inclusivo en todos los documentos administra­tivos. François Jolivet, diputado centrista, comenta esa iniciativa, en curso de estudio parlamenta­rio, en estos términos▶ «El lenguaje inclusivo es una iniciativa militante cuyo uso introduce factores nocivos para nuestra lengua, incluso, según los especialis­tas médicos, puede crear perturbaci­ones sicológica­s».

El rap, el lenguaje de los suburbios, el lenguaje inclusivo, el francés de los nuevos franceses de origen magrebí o africano, hablan de unas metamorfos­is profundas de la lengua francesa que la pandemia ha acelerado, en cierta medida.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain