Los hoteles andaluces dan ya por perdida la Semana Santa tras un año fatídico
∑El cierre de comunidades y las dudas sobre si habrá viajes entre provincias lastran el clásico pistoletazo de salida de la temporada turística
Un año sin una sonrisa en la recepción entregando llaves de habitaciones a rubicundos clientes en pantalón corto dispuestos a tostarse al sol. Doce meses sin colas en el bufé del desayuno, a muerte por la última loncha de bacon. 365 días sin conflictos laborales con las ‘kellys’, porque las ‘kellys’ no tienen camas por hacer y están en casa acogidas a un ERTE sin empujar carritos por los largos corredores de la planta quinta.
En torno al 88 por ciento de los hoteles andaluces, según datos de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), están cerrados a cal y canto. Especialmente en el litoral. La gran mayoría, desde que el Gobierno decretara el estado de alarma el 16 de marzo de 2020 ante el insólito empuje con que irrumpió el coronavirus en nuestras vidas. Lo peor es que, un año después, tampoco se termina de ver la luz al final del túnel▶ sin clientes de otras comunidades y sin saber aún si podrá haber de otras provincias andaluzas, la Semana Santa, el clásico pistoletazo de salida de la temporada, se da ya por perdida. El bufé seguirá vacío. Las vistas, ahora, en el verano. Ojalá.
«El momento es tremendamente dramático. Estamos endeudados hasta las cejas, no hemos recibido un solo euro de ayudas de las administraciones y sabemos ya que el horizonte más cercano en el que, ojalá, pueda comenzar la recuperación es el verano. Es catastrófico tener nuestras empresas cerradas, pero cuando se flexibilizan las medidas contra el Covid ya hemos visto que enseguida suben los contagios». Comprensivo con la situación, lo afirma Miguel Sánchez, empresario hotelero y presidente del Consejo de Turismo de la CEA. Propietario de seis hoteles, sólo mantiene uno abierto, el de la capital malagueña. «Y lo hacemos por dignidad», con tasas medias de ocupación que rondan el 15 por ciento. Si se recuperaran los viajes interprovinciales, en Semana Santa abriría el de Cabra. El resto, situados en
Torremolinos y Benalmádena, no lo tiene tan claro. Como le ocurre al resto de responsables de establecimientos de la Costa del Sol en unas localidades que han atravesado el más duro invierno que puedan recordar.
Y como ellos, un rápido sondeo entre las diferentes plazas andaluzas apunta en la misma dirección. Especialmente en lo que a la costa se refiere. «Es inasumible preparar y abrir las instalaciones para cuatro días», afirma Stefan de Clerck, presidente de la Asociación de Hosteleros de Cádiz.
Igual en Huelva. Ahora mismo, de las 30.000 plazas hoteleras que existen en la provincia onubense, están operativas entre 2.500 y 3.000. De ellas, 900 en la capital. Puede uno hacerse una idea de cómo están los núcleos costeros. Para la Semana Santa, según el secretario general del Círculo Empresarial de Turismo, Rafael Barba, la apertura de hoteles rondará el 20 o el 30 por ciento en el mejor de los casos. Ninguna plaza más abierta de las actuales en el peor. Depende, claro, de que se permita viajar entre provincias. «Si no hay desplazamientos, no hay turismo», resume lacónico Barba. Será el próximo miércoles 17 cuando sepamos si la Junta de Andalucía, tras su reunión con los expertos, autoriza estos viajes.
Pandemia hotelera
En torno a un 88 por ciento de los hoteles andaluces están cerrados; la mayoría desde hace un año
La decisión sobre movilidad, el miércoles 17
«Si no hay desplazamientos, no hay turismo», lamentan los hoteleros ante la posibilidad de que no haya viajes
Reservas hundidas
En Roquetas de Mar, uno de los municipios más turísticos de la provincia de Almería, hasta hace apenas una semana solo había dos hoteles abiertos. Y no parece que las perspectivas en el futuro más cercano sean más halagüeñas. «Las reservas para Semana Santa están hundidas», se queja la gerente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Almería (Ashal), Isabel de Juan.
El grupo almeriense Senator Hotels & Resorts solo cuenta con tres establecimientos de un total de once en la provincia con posibilidad de reservas para estos días festivos. En la zona de Levante, donde se ubican la mayor parte de chiringuitos y restaurantes a pie de playa, los hosteleros trabajan en la puesta a punto de sus negocios por si acaso se abriera la movilidad.
La Costa Tropical granadina no mejora el horizonte. En torno al 95 por ciento de la oferta estará cerrada, avanza Jesús Mejías, gerente del hotel Albayzín del Mar en Almuñécar y representante de los hosteleros. «Es preferible cuidar de la salud hasta verano. Los datos no son nada buenos todavía». Comprensión no le falta al sector.
Y en las mismas se encuentra el turismo urbano y de interior, el que mejor se ha comportado en los meses de la primera desescalada hasta que la segunda ola del Covid convirtió lo de viajar en un imposible. La Alpujarra sí cree que con las fronteras provinciales abiertas, la ocupación puede rondar el 50 o el 60%. En Jaén son más optimistaso. En ese caso, vaticina el presidente de la asociación de empresas de alojamiento de la provincia, José Ayala, las ciudades patrimonio de la Humanidad, Úbeda y Baeza, tendrían el lleno asegurado. Pero, claro▶ «Hay gente que quiere venir a Jaén pero aún no sabe si la dejarán entrar», suspira.
En Granada, el oasis es Sierra Nevada, dada su excepcionalidad administrativa. Con las reservas realizadas hasta el momento, ya se ha llegado al 60% dado que a la estación de esquí pueden acceder todos los andaluces de municipios que no estén cerrados perimetralmente.
En cuanto a las ciudades, aunque ya se sepa hace mucho que no habrá pasos ni tronos en las calles, la perspectiva también difiere radicalmente en función de las medidas que se adopten el miércoles que viene. En Córdoba, por ejemplo, con la movilidad exclusivamente provincial, ahora mismo las tasas de ocupación de los fines