El Papa llama a la «reconciliación»
urgente» y cifra en un 250% el aumento del precio de la canasta básica de alimentos debido al hundimiento de la moneda local y a una inflación disparada. En este décimo aniversario, ACH hace un llamamiento a dar un paso más allá de la ayuda de emergencia y «desplegar y financiar programas de medio plazo que permitan restaurar las redes de agua, escuelas y hospitales y apostar por soluciones para producir alimentos». Una medida complicada debido al férreo bloqueo que sufre Siria desde Occidente.
Desde el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) también han aprovechado este aniversario de la guerra para hacer balance de «una década de pérdida salvaje para todos los sirios». Este organismo ha elaborado una encuesta entre 1.400 sirios de entre 18 y 25 años en Siria, Líbano y Alemania, cuyo resultado final «pinta un panorama sombrío de toda una generación a la cual el conflicto le robó la adolescencia y los primeros años de adultez», lamentó el director general, Robert Mardini.
Analistas como Charles Lister piensan que «no se puede decir que Al Assad haya ganado nada, simplemente sobrevive a costa de la sangre y miedo de los sirios, pero la estabilidad está lejos (…) y no hay una verdadera reconciliación en las zonas recuperadas por el Gobierno, solo pura sumisión por la fuerza», según explicó en las páginas de Foreign Policy. El presidente prometió recuperar «cada pulgada» de territorio, pero está lejos de conseguirlo. La provincia de Idlib sigue fuera de su control y dominada por el brazo sirio de Al Qaida, que cuenta con el apoyo de una Turquía que tiene ya una especie de semiprotectorado al norte del país. Los kurdos, con la ayuda de cientos de soldados de Estados Unidos, mantienen su semiautonomía en el noreste, con la explotación de los principales pozos petrolíferos.
«Para hablar de ganadores la guerra tiene que estar acabada y no es el caso», defiende Eduard Soler Lecha, investigador del Cidob, para quien «ahora Siria es una ficción, no está bajo control de un solo actor. El régimen sobrevive, pero no ocurre lo mismo con el país que conocíamos hasta 2011. Assad ha demostrado que le preocupaba más su supervivencia personal que la de Siria».
El Papa hizo ayer un llamamiento por la paz en Siria al cumplirse 10 años del conflicto y pidió a la comunidad internacional facilitar la «reconstrucción» y la «reconciliación» en el país. «Pido a los implicados que muestren signos de buena voluntad para que la población ya extenuada tenga esperanza y para que la comunidad internacional facilite la reconstrucción del país», señaló el Papa durante el rezo del ángelus.
El Pontífice se asomó al balcón del Palacio Apostólico y presidió el ángelus ante los fieles congregados en la plaza de San Pedro. Dedicó su alocución a la misericordia y pidió a los fieles acudir «a la confesión para abrir el corazón a la misericordia llena de ternura y bondad de Dios».
Mientras, la UE asegura que «no apartará la mirada» de Siria y manifiesta su deseo de actuar como mediador en un renovado esfuerzo de paz, siempre y cuando el Gobierno sirio, al que ha responsabilizado de buena parte del «enorme sufrimiento humano» causado por la guerra, se preste a la celebración de elecciones libres, informa Ep. «La brutal represión ejercida por el régimen sobre el pueblo sirio y su incapacidad para abordar las causas profundas del levantamiento han dado lugar a un conflicto armado intensificado e internacionalizado», denunció en un comunicado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Catástrofe humanitaria Más de 13 millones de sirios necesitan ayuda urgente, según Acción Contra el Hambre
que, a pesar de todo, se está produciendo, a tenor de las cifras.
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