Marlaska aclara que no habrá «investigación paralela» sobre Zabalza
El PNV presiona para desclasificar supuestos documentos sobre los hechos, de 1985
Los intentos de las fuerzas rupturistas por reeditar un caso Lasa-Zabala del siglo XXI chocaron ayer con la determinación del ministro del Interior, que zanjó que el Gobierno no indagará en la muerte en 1985 del navarro Mikel Zabalza porque «no procede ninguna investigación paralela prospectiva dentro de un Estado de Derecho». Al tiempo, defendió la instrucción «impecable» que se realizó en su momento y el «arrojo» de los jueces que trabajaban en el País Vasco en los años 80.
Fernando Grande-Marlaska respondía así al ser interpelado de urgencia en el Congreso por el PNV, que le ha solicitado que inste al Ejecutivo a «desclasificar» unos hipotéticos «documentos referidos al caso», en palabras del portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, Aitor Esteban, que a cuenta de sus sospechas ha puesto en duda la «democracia plena» en España, que después de 35 años –ha dicho– «no es capaz de enfrentar» estos hechos.
El cuerpo sin vida de Zabalza fue hallado en el río Bidasoa 20 días después de haber sido detenido y llevado al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, al parecer debido a que se ahogó cuando trataba de huir. La reactivación de las dudas sobre esa versión se produce después de la difusión del contenido de unas grabaciones en las que el excoronel del Cesid Juan Alberto
Perote y el capitán de la Guardia Civil Pedro Gómez Nieto comentarían abiertamente que el joven murió al ser torturado. En relación a estas conversaciones, el titular de Interior recordó ayer que los audios que ya fueron de dominio público y tenidos en cuenta desde 2004 cuando el «poder judicial desestimó su valor probatorio». Resumió que la muerte de Zabalza fue investigada durante tres años, hasta 1988, cuando se archivaron las actuaciones; que posteriormente se reabrieron y las pesquisas se prolongaron entre 1995 y 2000, lo que condujo a nuevo cierre en 2010.
La respuesta del ministro se producía ayer después de que ERC, Bildu, PNV, Junts, Más País y la CUP fracasaran en su intento de que Marlaska, así como antes la titular de Defensa, Margarita Robles, comparecieran en pleno expresamente para rendir cuentas sobre aquellos hechos. La oposición lo rechazó, también el PSOE, e incluso Unidas Podemos.
«Se cerró en falso»
Marlaska, que en ningún momento dio por cierto que exista material secreto sobre estos hechos, insistió en que deberán ser los tribunales quienes acuerden en su caso la reapertura o no del sumario, así como acordar diligencias entre las que podría contarse la «desclasificación de hipotéticas documentaciones», sobre lo cual ya resolvería el gobierno. Por contra, Esteban reclamó que el caso de Zabalza –del que ha negado relación con ETA– «se cerró en falso» y que las novedades que pueden conducir a la reapertura «ustedes tienen que aportarlas» con una desclasificación, lo que a su entender sería la «llave» para que la Fiscalía lo ordenase.