Diputado crítico de Vox en Murcia
La izquierda estaba dispuesta a ofrecer cargos a los tres expulsados del partido de Abascal, que finalmente negocian con el PP dirigir Educación
El portavoz de los tres diputados críticos de Vox en la Asamblea de Murcia, Juan José Liarte, respiraba ayer aliviado en la entrevista con ABC, después de una semana de tensión política. Cuando estalló el terremoto provocado por la presentación de una moción de censura, solo eran tres parlamentarios con poca relevancia. En una mañana se convirtieron en piezas claves de la supervivencia del Gobierno del PP e incluso ocuparán una consejería, posiblemente Educación.
—Los diputados críticos de Vox han mantenido la tensión sobre el sentido de su voto en la moción hasta veinticuatro horas antes ¿en algún momento pensaron votar a favor?
–En los primeros momentos, cuando contactan con nosotros personas de Ciudadanos y del PSOE, el deber de todo parlamentario es escuchar las propuestas, por muy difícil que pueda ser viable. Nuestra actitud fue que presentaran una propuesta cuyo primer punto tenía que ser el pin parental.
–¿Hasta dónde estaban dispuestos a llegar PSOE y Ciudadanos? ¿Hubo algún gesto de aceptar el pin parental?
–Sí, en algunas de estas reuniones yo planteé la posibilidad de reformularlo, de tal manera que el silencio, en vez de ser negativo, fuera positivo. Es decir, que si los padres no contestan a la comunicación del colegio, el niño asistiera a la actividad. Esa reformulación, en principio, parece que no cayó mal, pero no seguimos avanzando sobre ello.
—¿Le llegaron a ofrecer consejerías en el futuro gobierno PSOE-Ciudadanos?
—Mis conversaciones fueron con Ciudadanos y mis compañeros se reunieron con el PSOE. No había acordado nada en relación a las consejerías, pero nos dijeron que el obstáculo no iba a ser, precisamente, ese.
–¿Por qué se rompieron las conversaciones con los socialistas y los dos diputados de Ciudadanos?
–Ambas partes sabían que también estábamos negociando con la otra. Fuimos muy honestos, desde el principio avisamos a Ciudadanos y al Partido Socialista, pero aun así quisimos escuchar sus propuestas. Cuando alcanzamos un acuerdo con el Partido Popular, inmediatamente llamé al portavoz de Ciudadanos para decirle que ya no tenía sentido alguno seguir negociando.
–Vox mostró su malestar con el PP y llegó a decir que no se merecen nada ¿Qué cambió para terminar poniéndose de acuerdo?
–Hemos tenido una queja principal y es que firmamos una serie de acuerdos de presupuestos para 2020 que no se han cumplido. Por eso, uno de los primeros puntos del acuerdo ha sido cumplir ese pacto presupuestario.
–¿Hay un acuerdo firmado o solo son borradores?
–Estamos trabajando sobre varios borradores diferentes, aún no hemos decidido cuál será el que utilizaremos para darle cuerpo.
–En uno de estos borradores se recoge que Vox podría ocupar la consejería de Educación para Mabel Campuzano. ¿Es una posibilidad real?
–Al no estar cerrado, efectivamente, hay una posibilidad. En otro de los bo
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Dispuestos a todo
«La reformulación del pin parental que yo planteé parece que no cayó mal, pero no seguimos avanzando»
rradores no se prevé la entrada en el Gobierno, sino una serie de garantías programáticas, y otro en que se habla de una consejería diferente. Yo espero que en las próximas horas quede definitivamente resuelto.
–Murcia será la primera experiencia de gobierno de Vox con el PP, ¿será bueno para la unidad de la derecha?
–Sería bueno que Vox mire hacia dentro, examine a las personas que están en determinados órganos del partido, sus políticas. Vox tiene mucho que mejorar y ver los éxitos que estamos consiguiendo aquí. Si Vox consiguiera enderezar su rumbo sería bueno que consiguiera gobernar Madrid
–¿Su futuro político podría estar en el Partido Popular, ya que Vox lo ha expulsado?
–Sinceramente, en este momento, no lo sé y no me preocupa demasiado. La política es una actividad muy bonita, pero te desconecta de tu familia, tus amigos, y permanecer demasiado no es bueno.