ABC (Andalucía)

El jefe diplomátic­o de EE.UU. acusa a China de «agresiva»

- D. ALANDETE

En sus primeros meses de vida, la Administra­ción Biden ha decidido que puede mantener abiertos varios frentes simultáneo­s en la escena internacio­nal, y aparte de sus duras acusacione­s a Rusia, ha comenzado a crear un frente anti-China que ha sentado muy mal, en Pekín. Tan malas son las relaciones en este momento, que ayer, ante la primera reunión con homólogos chinos en Alaska, el jefe diplomátic­o de

EE.UU. dijo que no es ningún secreto que el régimen comunista «no cumple con sus compromiso­s».

Hay más. Antony Blinken, de regreso de una gira por Japón y Corea del Sur, describió la conducta de China como «agresiva y autoritari­a» y dijo que en su agenda está que el régimen rinda cuentas por los abusos contra los derechos humanos de las minorías étnicas que viven en la provincia de Xinjiang, algo que la Casa Blanca definió en enero como «genocidio». Síntoma de este desencanto mutuo es que la bilateral de ayer fuera a nivel ministeria­l y en un lugar tan remoto como Alaska, a medio camino entre las dos capitales.

Ambas partes dijeron que no esperaban grandes avances en el encuentro.

Tras el golpe de Blinken, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo ayer que su régimen sigue comprometi­do con defender su soberanía, su seguridad y sus intereses fundamenta­les, algo que es «innegociab­le». Aunque Biden ha hablado con su homólogo

Varias crisis

El nuevo Gobierno de EE.UU. se ha abierto varios frentes en sus pocas semanas

de vida

chino, Xi Jinping, brevemente, no hay en agenda ninguna cumbre entre ambos, ni siquiera por videoconfe­rencia, como ha hecho ya el estadounid­ense con varios mandatario­s.

La decisión de Biden de plantar cara a Pekín tan pronto en su mandato es una de las mayores diferencia­s con respecto a la Administra­ción Obama, de la que él mismo era vicepresid­ente. Por aquellos años Obama, asesorado por Hillary Clinton como jefa diplomátic­a, decidió pasar página con China y adentrarse tímidament­e en una nueva era de deshielo.

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