Dinamarca endurece los límites a la población no occidental
El plan del Gobierno de la socialdemócrata Frederiksen, contra las ‘sociedades paralelas’
El Ministerio del Interior danés presentó ayer un plan radical para erradicar el fenómeno social de las ‘sociedades paralelas’ que incluye la reducción del porcentaje de personas de origen ‘no occidental’ permitido en cada uno de los distritos urbanos. La nueva ley estipula un límite del 30% y que el plan esté plenamente implementado dentro de diez años, mientras que la normativa actual, aprobada hace tres años, establece un criterio del 50%.
El ministro del Interior, Kaare Dybvad Bek, justificó la reforma en que la presencia y concentración de demasiados extranjeros «que no son de origen occidental» aumentan «el riesgo de que surjan sociedades paralelas religiosas y culturales».
La nueva norma ya no utiliza explícitamente el término ‘gueto’ en su redacción. «La palabra es engañosa», declaró el ministro, y «distrae del trabajo a realizar en estas áreas».
Hasta ahora, se venía elaborando anualmente una lista de los denominados ‘guetos’. Se trataba de barrios con más de 1.000 habitantes, más de la mitad de los cuales son «no de origen occidental» y que cumplían con dos de los siguientes cuatro criterios▶ una tasa de desempleo de más del 40%; más del 60% de las personas de entre 39 y 50 años sin un título de educación superior; tasa de criminalidad tres veces mayor que el promedio nacional, e ingresos brutos de los residentes más del 55% por debajo del promedio regional.
Actualmente, 15 áreas están sujetas a este reglamento, 25 más se consideran ‘en peligro’, según el Ministerio del Interior, agrupando en conjunto una población de unas 60.000 personas. Los distritos que llevan más de cinco años en esta lista negra son denominados popularmente en Dinamarca como los ‘guetos duros’.
Castigos más severos
El hecho de que un distrito esté catalogado en Dinamarca como ‘gueto’ influye, por ejemplo, en la mayor severidad con que son castigados los delitos cometidos en su interior.
En estas áreas, los niños están obligados a asistir a guarderías a partir del primer año de edad, con el objetivo de favorecer una socialización de tipo occidental y el aprendizaje del idioma. Además, a las familias que se niegan a ello les son canceladas las subvenciones y ayudas sociales del Estado.
La ley está ya redactada y se espera que pueda aprobarse tras el necesario debate parlamentario. Dinamarca mantiene una de las políticas de inmigración más duras de Europa y esto no ha cambiado con la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen, que asumió el cargo en junio de 2019.
Alrededor del 14% de la población danesa es actualmente inmigrante o tienen antecedentes migratorios. El desmantelamiento de los ‘guetos’ comenzó en 2018. En el de Mjølnerparken, por ejemplo, en el barrio de Nørrebro de Copenhague, el objetivo es que dentro de siete años queden solamente en pie un 40% de las viviendas sociales. El resto están siendo demolidas o vendidas a empresas privadas.
A nivel nacional, se calcula que esta medida afectará a unas 11.000 personas que se verán obligadas a cambiar de casa y de barrio, quizá incluso de ciudad. El Gobierno pretende convertir los ‘guetos’ en áreas «más atractivas» y reubicar a gran parte de sus vecinos, para distribuirlos de forma no concentrada por otras zonas «en las que las posibilidades de integración social son mejores».
Recorte de ayudas sociales
Se evita que las personas que viven de las prestaciones sociales opten a una vivienda del mismo barrio y se da prioridad en las listas de solicitantes a ciudadanos con empleo fijo o estudiantes.
También se está llevando a cabo progresivamente una reducción de las ayudas sociales a los habitantes de barrios catalogados como ‘guetos’.