Rutte espera tener nuevo gobierno antes del verano
Los encargados de negociar el proceso de formación de una coalición de gobierno en Holanda se han marcado como objetivo lograr un acuerdo antes del verano, según anunciaron ayer en una rueda de prensa Annemarie Jorritsma, del VVD, el partido liberal del primer ministro Mark Rutte que ha ganado las elecciones, y Kajsa Ollongren, del también liberal D66, la segunda formación en número de escaños. Los primeros contactos con los partidos que pueden aportar los apoyos que necesitan tendrán lugar el lunes y a diferencia de lo que ha sido la práctica habitual en este país, estos se llevarán a cabo en reuniones individuales debido a las restricciones por el Covid-19.
Jorritsma dijo que la situación era relativamente «compleja», a pesar de que había dos claros ganadores en las elecciones. Aunque ayer aún no se habían publicado los resultados definitivos, se da por seguro que el VVD de Rutte cuenta con 35 de los 150 escaños, mientras que el D66, de Sigrid Kaag, obtiene 23 diputados, el incremento más espectacular del es
pectro político. Parece garantizado que estos dos partidos estarán en la próxima coalición y que la opción más fácil sería un tripartito con los democristianos del CDA, a pesar de que se quedarían a un solo escaño de la mayoría absoluta y de que estos últimos han sido castigados por los electores. En todo caso, se calcula que si la CDA se mantiene en la coalición, su líder, Wopke Hoekstra, tendría que dejar el puesto de ministro de Economía, desde el que ha representado la política de rigor y presiones hacia los países del sur.
El cuarto socio podría volver a ser el partido confesional ChristenUnie, con el que D66 mantiene serias divergencias sobre ética y que se habían aparcado teniendo en cuenta que los liberales tenían menos escaños. Está por ver si en estas condiciones en las que D66 ha crecido y ChristienUnie ha perdido la mitad de sus apoyos podrán mantener esta alianza en asuntos polémicos.
El populista antiinmigración Geert Wilders, sigue su paulatino descenso. Ha perdido su segundo puesto y se queda con 17 diputados, tres menos. Sin embargo, una parte de sus apoyos se han ido al partido antieuroeo y nacionalista Foro para la Democracia (FvD), del ultraderechista Thierry Baudet, que obtiene ocho escaños, cuatro más de los que ya tenía, lo que le sitúa por encima de los verdes de GroenLinks, que pierden la mitad de los escaños y se quedan con siete representantes. La izquierda, tanto los socialistas como los laboristas, son los grandes perdedores de las elecciones y se espera una reorganización de los partidos.