El comercio tiene 1.744 millones más de costes, la mitad por alzas fiscales
El sector del comercio se presenta como una de las principales ramas afectadas por la crisis del coronavirus pero, además de las restricciones y la propia caída de la actividad, en el horizonte se perfila un aumento de costes derivado de las subidas de impuestos y las nuevas regulaciones. CEOE presentó ayer un estudio en el que calcula que el incremento de costes por regulaciones e impuestos asciende a 1.774 millones al año en el sector, de los que 299 millones los afrontan los consumidores –lo que es equivalente a 13,9 millones de compras según la patronal– y 1.475, las empresas. «Se trata de una cantidad equiparable a la construcción de 15 centros logísticos o a la apertura de 4.000 establecimientos comerciales de entre 200 y 400 metros cuadrados», lamenta CEOE.
Unos 759 millones proceden de nuevos impuestos. La subida del IVA a las bebidas azucaradas y edulcoradas, que desde enero eleva el tipo del 10% al 21%, provocará que los consumidores paguen 220 millones más al año. A ello se le sumará el impuesto que ha aprobado Cataluña también a tal fin, que repercutirá en otros 26 millones, también soportado por los usuarios.
Junto a ello, las empresas también deberán afrontar varios incrementos tributarios. Uno de los principales aún no ha entrado en vigor y será el coste del impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables, que ingresará 244,69 millones de euros pagados por las empresas e irrumpirá en julio de 2021 tal y como recoge el anteproyecto de Ley de Residuos.
A ello se le suma la sustitución de las bolsas de plástico por otros materiales más sostenibles, a partir del decreto 293/2018 que entró en vigor en enero. «Al no existir aún separación orgánica de residuos accesible a la mayoría de los consumidores (contenedor marrón), este coste de sustitución de un material por otro no supone ninguna mejora medioambiental efectiva», critica CEOE.
Las medidas adicionales que requiere la crisis sanitaria también supone un alza de costes para los empresarios de hasta 514 millones. De ellos, el 31,4% proceden de la compra de material de protección personal (de mascarillas a guantes), un 31,1% de la contratación de empresas de desinfección, un 25% del control de aforos y colas de entrada y un 6,3% de la adquisición de productos de limpieza y desinfección como geles.