Sin Feria y sin Semana Santa
Tras poco más de un año desde que se decretó el estado de alarma en España, la situación parece haber mejorado algo, pero se sigue sin ver la luz al final del túnel. El pasado año, por estas fechas, al comenzar el confinamiento domiciliario, pensábamos que no serían más de quince días, y que los andaluces no nos quedaríamos sin la Feria de Abril y sin la Semana Santa, pero no fue así, nos quedamos sin ellas.
Este año tampoco podremos disfrutarlas y, ante ello, se están planteando algunas iniciativas como la de decorar los bares durante la semana de la Feria de Abril como si fueran casetas. Pues bien, yo considero que esto supondría un riesgo innecesario para todos, un riesgo que puede provocar que volvamos al principio. ¿No es más coherente esperar un poco y no arriesgarnos?
El cansancio es notorio en todos, pero a estas alturas es importante mantenernos fuertes y aguantar un poco más ante un final que se vislumbra cercano. aprobar la ley de Eutanasia. Tenían tanta urgencia por convertir a los profesionales de la salud en administradores de muerte que han orillado los serios debates que un tema tan complejo requeriría afrontar. Por supuesto que se aprueba solo para quienes sufran una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante... Pero ya vendrá el tío Paco con las rebajas y la pendiente deslizante, donde una interpretación más flexible de la ley irá relajando los requisitos para que, al igual que con el aborto –que también era sólo para contadísimos casos–, se extienda su aplicación sin ningún tipo de trabas.