La Cámara Baja de EE.UU. da luz verde a legalizar a los ‘dreamers’
Los demócratas impulsan la regularización con la
nueve diputados de su bancada votaron a favor, en una muestra de la polarización política que vive EE.UU. y de la trinchera en la que se ha convertido la reforma migratoria. La regularización de esos menores, que han disfrutado de estatus legal gracias a un programa temporal que creó Barack Obama y que Donald Trump trató de eliminar, era un asunto que tuvo bastante apoyo bipartidista en el pasado. Salió adelante solo por el voto en bloque de los demócratas (228-197) y afectaría a más de 2,5 millones de inmigrantes indocumentados
Algo más de apoyo tuvo la ley para regularizar a los trabajadores del campo, una vieja reclamación que ven con buenos ojos tanto los activistas pro-inmigrantes como los estados donde el sector agrícola tiene mucha importancia. Treinta republicanos se sumaron a los votos demócratas, todos de distritos rurales.
Las iniciativas pasarán ahora al Senado, donde la mayoría de los demócratas es por la mínima (empate a 50 senadores y voto decisivo de la vicepresidenta, Kamala Harris) por lo que es previsible que ambas naufraguen. En especial, la de los ‘dreamers’ y, sobre todo, debido al contexto político en el que la propuesta llegará a la cámara alta.
La tramitación coincide con un aumento disparado de la llegada de inmigrantes indocumentados a la frontera Sur de EE.UU., lo que los republicanos han calificado de «crisis». Y culpan a las propuestas de Biden, que llegó a la Casa Blanca con una reforma migratoria de gran calado bajo el brazo que busca abrir una vía para el acceso a la ciudadanía de los once millones de indocumentados que se estima hay en territorio estadounidense.
Acuerdos por partes
Efecto llamada
Varios republicanos creen que la regularización de los ‘dreamers’ solo aumentará el efecto llamada
En lugar de llevar esa propuesta al Congreso, los demócratas decidieron aplazarla y buscar otros acuerdos por partes, como en el caso de los ‘dreamers’ y los trabajadores del campo. Pero parece que ni ahí habrá consenso, a juzgar por el debate legislativo en la cámara baja y por los avisos que han dado los republicanos del Senado.
Varios republicanos defendieron que la regularización de los ‘dreamers’ solo aumentará el efecto llamada que ha disparado la entrada de familias, adultos y menores indocumentados en EE.UU. y que podría batir los récords de la primavera de 2019.
«Esta ley demuestra que los cárteles criminales de Mexico tienen razón», criticó el diputado Tom McClintock, de California. «Te dejan entrar en el país y solo tienes que esperar hasta la siguiente amnistía».
Senadores clave de la bancada republicana, como Lindsay Graham, ya han advertido de que esas leyes no irán a ningún lado en la cámara alta.
La posición dura de los republicanos es una muestra de que la inmigración será uno de sus caballos de batalla de aquí a las elecciones legislativas del año que viene, en las que tratarán de recuperar sus mayorías en el Congreso. Pero también podría animar a los demócratas a eliminar el ‘filibuster’, la mayoría cualificada de 60 votos que se exige para muchas votaciones en el Senado, y que abriría paso a una amplia agenda reformista de Biden. Eso equivaldría a una declaración de guerra legislativa y a un enfrentamiento todavía más enconado entre republicanos y demócratas.