Volver a la vida tras la UCI
Entre los que sufren las secuelas del coronavirus ocupan también un lugar especial aquellos que tuvieron que pasar por una UCI. La doctora Cristina de la Cuerda, médico adjunto de la Unidad de Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón forma parte de un proyecto en el que colaboran 17 hospitales elaborado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con la colaboración de Nutricia, para ayudar a los pacientes tras su alta. Ellos ponen el foco en ayudar a atajar tres problemas principales: la desnutrición, la pérdida de masa corporal y la disfagia o dificultad para comer si han necesitado intubación. Los enfermos pueden perder hasta un kilo por día cuando están en una UCI, y aunque la recuperación suele ser buena debido a su mediana edad, las secuelas pueden durarles meses. «Por mucho que queramos estar pendientes de ellos durante su ingreso, es imposible que el paciente no pierda peso porque está inmovilizado y la enfermedad es muy grave», narra la doctora.
Juan Antonio Giménez pasó varios meses en la UCI del hospital madrileño hasta que pudo superar el virus. Aún se emociona al recordar el cuidado de los profesionales sanitarios, aunque según cuenta, antes del Covid-19 «no lloraba nunca; esta enfermedad te cambia». Casi nueve meses después de recibir el alta, con 23 kilogramos menos, aún sufre intensos dolores en las piernas,