«Hay una euforia por los NFT, pero se terminará estabilizando»
Beatriz Ordovás Directora del departamento de arte contemporáneo de Christie’s España
—¿Cómo podemos explicar, de forma que todos lo puedan entender, términos como NFT (non-fungible token) y tecnología ‘blockchain’? Sin ellos, al parecer, no hubiera sido posible el ‘boom’ del arte digital.
—Un NFT es un token criptográfico que tiene unas características particulares que los diferencian y que por tanto representa algo único. Los NFT son además una forma de crear ‘escasez digital’. El desarrollo de la tecnología blockchain es lo que ha permitido registrar estos NFT y hacerlos verificables, lo cual les ha dado valor. No debemos olvidar que cualquier acción con el token queda grabada en un sitio al que todo el que quiera tiene acceso y no existe la posibilidad de hackeo.
—Seis horas antes de que acabara la subasta de Christie’s, la obra de Beeple superaba los 13,2 millones. Pero hubo un frenesí de pujas en los últimos 15 minutos hasta el remate en casi 70 millones. Recuerda a la fiebre del oro, salvo que en este caso no es algo tangible. —Yo creo que el gran factor de las subastas es la adrenalina que generan en los compradores. Aunque establezcan sus límites antes de empezar a pujar, en la mayoría de las ocasiones dicen▶ «Venga, una más». Nosotros teníamos claro desde el principio que muchos de estos coleccionistas se estaban reservando para el último momento y sabíamos que de cara al final empezarían a animarse. Pero no imaginábamos que fuera a subir tanto. Un dato interesante es que 22 millones de personas se conectaron y siguieron los quince últimos minutos de la subasta. Creo que estos datos hablan por sí solos respecto al interés que el arte digital está suscitando.
—El 11 de marzo fue un día histórico. ¿Cree que hay un antes y un después de esta subasta en el mercado del arte? ¿Esta revolución ha cambiado para siempre el mercado del arte? —Absolutamente. Los NFT han llegado para quedarse y cualquiera que tenga una visión de futuro sabe que a partir de ahora el mundo digital y el tradicional irán de la mano. Es importante recordar además que en 2018 Christie’s ya ofreció la primera obra de Inteligencia Artificial, seguida de una de las colecciones más importantes del siglo XX (la colección de Barney A. Epsworth) con la posibilidad de inscribir las obras compradas en el blockchain.
—Hay coleccionistas que se han enriquecido ya con el arte digital, revendiendo en poco tiempo sus obras por muchísimo más dinero del que lo compraron. ¿No corre el peligro de ser una burbuja a punto de estallar, más grave aún que la que hubo en los 90? ¿No favorece la especulación pura y dura?
—Muchos de estos coleccionistas que están vendiendo sus obras actualmente no acaban de llegar al mercado digital hace dos meses, sino que llevan involucrados desde hace años con este tipo de arte. Otra cosa es que nadie les hiciera caso... Son coleccionistas serios y apasionados que se rigen por unos códigos de coleccionismo mucho más parecido al coleccionista tradicional de lo