Los Mossos advierten: la seguridad en Cataluña también depende de Sánchez
∑Nadie de Esquerra consultó con los mandos de la Policía autonómica sobre la pérdida de operatividad que supone prohibir las balas de ‘foam’ ∑«Los que han firmado eso no saben de lo que hablan; ni conocen el modelo policial, ni los protocolos de actuación
El acuerdo entre ERC y la CUP de vetar el uso de las balas de ‘foam’ a los Mossos y de revisar el modelo policial en Cataluña ha terminado de colmar la paciencia de la Policía autonómica. «Ni conocen el modelo policial que hay, ni nos han preguntado qué consecuencias tiene una decisión así, ni hay una sola policía de un país democrático que no tenga elementos como ese para restablecer el orden público cuando es necesario», explican a ABC responsables del Cuerpo autonómico, que además lanzan un mensaje nítido al Gobierno central▶ «También tiene algo que decir en este asunto; la seguridad pública es competencia del Estado, aunque esté delegada en la Generalitat, y por tanto tiene responsabilidad en que esté garantizada en Cataluña».
El domingo por la noche, Esquerra anunció en un comunicado que había llegado a un preacuerdo de investidura con la CUP, con el que, entre otras cosas, pactaron la suspensión del uso de proyectiles de ‘foam’ mientras no se publiquen «los protocolos» sobre su uso. También coincidieron en promover una comisión parlamentaria sobre el modelo de orden público. En la práctica, la decisión supone dejar por tiempo indefinido a los Mossos sin una de las pocas herramientas que tenían para contener a los violentos.
Los Mossos, perplejos
Las fuentes consultadas muestran su perplejidad por que «ERC, que se supone que es un partido de gobierno, haya aceptado estas condiciones de la CUP para poder alcanzar la presidencia de la Generalitat... Que los ‘cupaires’ lo pidan entra dentro de lo esperable, pero que ERC lo acepte no tiene explicación, por mucho que les dé miedo una repetición de las elecciones. Veremos a ver qué es lo que dice Junts». Las tres formaciones buscan un pacto para formar el nuevo Govern.
Agentes de la Brimo de los
Mossos d’Esquadra preparados para intervenir en
Barcelona
Sobre todo es llamativo que nadie de ERC se informase de las consecuencias que tendrá para el orden público suspender el uso de proyectiles de ‘foam’, imprescindibles para poder repeler los ataques más graves, pues la Policía autonómica desde 2013 no usa pelotas de goma▶ «Ni siquiera se han molestado en pedir el informe del incidente en el que una manifestante perdió un ojo cuando lanzaba contra nosotros botellas de un contenedor... Está todo grabado y se aprecia de forma nítida que fue un accidente desgraciado». El suceso al que se refieren estas fuentes ocurrió durante las recientes marchas violentas convocadas en Barcelona en contra del encarcelamiento del rapero Pablo Hasel.
Lo peor de todo, según las fuentes de la máxima solvencia de los Mossos consultadas por ABC, es que «los que han firmado eso no saben de lo que hablan; no tienen la menor idea del modelo policial que hay, ni de los protocolos de actuación que se siguen en el restablecimiento del orden público. ¿Negociar con los violentos es lo que plantean? Cuando es posible ya se hace, pero que alguien diga cómo se puede negociar con alguien que está saqueando una tienda, lanzando cócteles molotov o quemando coches».
Policías sin herramientas
El diagnóstico de los expertos es demoledor▶ si hasta ahora en las algaradas se quemaban 80 contenedores, ahora serán 800; si antes desvalijaban 75 tiendas, ahora serán 750, y si antes destrozaban 10 sucursales bancarias, ahora serán 100. «Y los ciudadanos tendrán que pagar la factura, por no hablar de los seguros, que tendrán que asumir su parte y pueden empezar a plantearse hasta qué punto les merece la pena hacerlo si no hay una Policía con capacidad de garantizar el orden público», dicen desde los Mossos.
«Seremos la única policía democrática de Europa sin una herramienta para mantener la distancia con los violentos», lamenta David Miquel, portavoz del sindicato SPC de Mossos. El ‘foam’ no es el material idóneo para dispersar a las masas –está diseñado más bien para neutralizar–, pero era lo que tenían. Ahora, ni eso. Retirarlo supone que a los agentes solo les quedará la opción de batirse con los violentos cuerpo a cuerpo con sus defensas (porras) y escudos. Y eso es garantía de que habrá más mossos y manifestantes heridos, si es que los agentes no se ven obligados a usar su arma corta para defender su vida, advierten las fuentes consultadas.
Aunque el acuerdo no alude a la prohibición del gas pimienta, los ex
pertos avisan de que no es útil cuando hay que repeler el lanzamiento masivo de objetos▶ «Viene a ser un sustitutivo de la porra», aclaran. Además, su uso tampoco está bien visto por el secesionismo más radical. El simple anuncio de su posible uso antes de las manifestaciones contra la sentencia del ‘procés’ causó en septiembre de 2019 una crisis en la Consejería de Interior que acabó con la salida de su directora de comunicación. «Los violentos usan herramientas cada vez más sofisticadas, y nosotros cada vez tenemos menos», explica a ABC Imma Viudes, portavoz del sindicato SAPFepol. «Se lanza un mensaje muy peligroso a los violentos, y es el de que la Policía no tiene capacidad para hacerles frente», añaden otras fuentes.
En la práctica, esto provocará que deberán ser la Policía y la Guardia Civil los que tengan que frenar las alteraciones más graves del orden público en Cataluña, paradójicamente las ‘fuerzas de ocupación’ de las que abomina el separatismo. Fue lo que sucedió en las manifestaciones tras la sentencia del ‘procés’. Las pelotas de goma de la Policía fueron claves para vencer a los violentos. Los Mossos no las tenían, y, ahora, sin ‘foam’, serán todavía más vulnerables▶ «No tendríamos capacidad, por ejemplo, para responder a la ocupación de infraestructuas como el puerto, el aeropuerto o el AVE, cosas que pueden volver a suceder dado que vuelven a hablar de convocar un referéndum de independencia... Por eso hay que insistir en que el Gobierno tiene en todo esto una enorme responsabilidad», insisten, mientras hablan de «cabreo, hastío y tristeza».