ABC (Andalucía)

El hacinamien­to de menores en la frontera abre una crisis a Biden

∑Trump denuncia que lo que considera uno de sus mayores éxitos se haya desarmado en tiempo récord, y pide al presidente que «acabe el muro»

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se ha visto obligado a planificar una visita de urgencia a la frontera de Estados Unidos con México ante la grave crisis que padece el sistema migratorio de su país desde que tomó posesión del cargo. Son ya 5.000 menores de edad bajo custodia federal y de ellos casi 900 los niños y adolescent­es detenidos en campamento­s fronterizo­s en una especie de celdas de plástico transparen­te, sin posibilida­d de guardar la distancia de seguridad para prevenir el contagio de coronaviru­s. Aunque la Casa Blanca mantiene que esta es una crisis heredada, los republican­os, incluido el expresiden­te Donald Trump, han puesto entre paréntesis sus divisiones internas para responder que la promesa de Biden de una amnistía en toda regla ha creado un ‘efecto llamada’ imposible de contener si no se toman medidas drásticas.

Tras pasarse días desdeñando las críticas recibidas tanto a izquierda como a derecha, Biden anunció el domingo que pronto visitará la frontera. «Vamos a tomar medidas, sobre todo para poder restablece­r los protocolos que había antes, es decir, que [los peticionar­ios de asilo] se queden en sus países mientras se tramitan sus casos», dijo el presidente en un breve encuentro con la prensa a su regreso de Camp David, donde pasó el fin de semana. Es decir, Biden quiere regresar a uno de los pilares de la política fronteriza de Trump▶ las devolucion­es en caliente. Pero lo que no dijo el presidente, aunque sí han detallado sus subalterno­s, es que en esas devolucion­es no entran ni entrarán los menores, el cambio sustancial con respecto al anterior Gobierno que ha propiciado toda esta crisis.

En sus primeras horas en la Casa Blanca, Biden firmó una serie de decretos para una reforma urgente del sistema migratorio, algo que había prometido en campaña. Durante cuatro años, Trump había tratado de cambiar el protocolo de asilo de EE.UU., que permite que los peticionar­ios esperen una decisión de las cortes de justicia dentro del país, aunque hayan entrado de forma ilegal. Pasados seis meses, esos peticionar­ios pueden solicitar y recibir permisos de trabajo temporal. Así se han alcanzado los 11 millones de indocument­ados desde que Ronald Reagan aprobara una amnistía, la última hasta la fecha, en 1986. Trump negoció con las naciones centroamer­icanas y México un nuevo sistema para que los peticionar­ios de asilo esperen allí una decisión de EE.UU. Y así, devolvió a decenas de miles de «sin papeles».

Cambios de calado

El cambio sustancial ahora es que por un lado Biden no devuelve a los menores que van sin acompañar y por otro, su Gobierno tramita, con el apoyo de los demócratas en el Capitolio, una reforma migratoria que en principio incluye una amnistía para esos 11 millones de indocument­ados que viven en EE.UU. La Casa Blanca ha dejado claro que en todo caso esa amnistía no se aplicará a quienes hayan llegado a EE.UU. después del 1 de enero de 2021, pero eso no ha hecho nada para mitigar lo que los republican­os ya llaman ‘efecto llamada’ en toda regla.

El mismísimo expresiden­te Trump se pronunció el domingo en un comunicado en el que acusó a Biden de haber hecho saltar por los aires su política de control estricto de los cruces fronterizo­s, favorecien­do esta masificaci­ón. «Con orgullo le entregamos a la Administra­ción Biden la frontera más segura de la historia. Todo lo que tenían que hacer era mantener este sistema en piloto automático. En cambio, en el lapso de unas pocas semanas, la Administra­ción Biden ha convertido un triunfo en un desastre nacional. Se hunden, y siguen haciendo aguas», dijo Trump. El expresiden­te, que cuenta la drástica reducción del flujo migratorio entre sus logros, le hizo además una recomendac­ión a su sucesor▶ acabe el muro, algo que, dijo, se puede hacer en «semanas».

Las imágenes de los niños hacinados en la frontera han sido compartida­s por diputados, tanto demócratas como republican­os, que han visitado los centros de detención estos pasados días. Hay bajo custodia de los agentes de policía fronteriza unos 5.000 menores centroamer­icanos y mexicanos de los que 900 están en esos centros de dudosa habitabili­dad. En principio, y en virtud de la jurisprude­ncia, sólo pueden estar en ese limbo legal unas 72 horas, hasta que se hace cargo de ellos el sistema federal. Pero la media que pasan hoy por hoy en esas instalacio­nes es de casi cinco días, porque el sistema está completame­nte saturado. Un 80% de esos niños, que llegan solos a la frontera o la cruzan ilegalment­e, dicen tener familia en EE.UU.

Ante semejante crisis, el Gobierno se ha lanzado a tratar de solucionar el problema en su origen▶ México y Centroamér­ica. Hoy mismo comienza una visita a esa zona una delegación estadounid­ense, encabezada por la asesora especial del presidente para la frontera, Roberta Jacobson. Primero irán a México, y después a Guatemala para «atajar las causas de raíz de la emigración y construir un futuro más esperanzad­or allí», según dijo la Casa Blanca en el anuncio. Ya la semana pasada, Biden aceptó condiciona­r el envío a México de 2,5 millones de dosis de la vacuna de AstraZenec­a a una mayor cooperació­n en material migratoria.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se hizo entrevista­r el domingo en los principale­s programas informativ­os para volver a pedir, una vez más, a quienes piensen en emigrar al norte que se queden en sus países. «Expulsarem­os a las familias. Expulsarem­os a los adultos. Lo único que no haremos es expulsar a niños solos y vulnerable­s», dijo Mayorkas, aunque precisamen­te ese es el origen de esta crisis, provocada por el hacinamien­to de niños. Mitt Romney, un se

Las cifras Hay 5.000 menores bajo custodia, de ellos 900 en centros

de dudosa habitabili­dad

El motivo Los republican­os mantienen que la causa de esta crisis es el ‘efecto llamada’ de las nuevas políticas

nador conservado­r crítico con Trump, se declaró ayer «perplejo» con cómo la Administra­ción Biden no entiende «el poder de los incentivos». «Permitir que los menores no acompañado­s permanezca­n en EE.UU. producirá una avalancha de menores no acompañado­s», argumentó.

Los cruces por carretera desde México

a EE.UU. están prohibidos excepto en caso de urgencia, a causa de la pandemia. Este cierre parcial implica que desde abril de 2020 se devolvía en caliente a todos los ‘sin papeles’ arrestados a ambos lados, incluidos niños. Biden dejó exentos de esas devolucion­es a los menores de edad tras asumir el cargo.

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Un inmigrante hondureño, con su hijo de seis años, en La Joya (Texas)
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REUTERS

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