ABC (Andalucía)

Solo Cs entra al envite de Calvo y apuesta por regular la prostituci­ón

Montero choca con la vicepresid­enta y le rebate que Igualdad ya ultima una ley de trata

- E. M.

Carmen Calvo fue ministra de Igualdad entre junio de 2018 y enero de 2020, cuando le relevó Irene Montero. Antes de este lapso, se había manifestad­o abiertamen­te «abolicioni­sta» en el debate sobre la prostituci­ón que enfrenta en la izquierda a las corrientes que apoyan esa prohibició­n y las que apuestan por la regulación o reglamenta­ción de la misma. En Ferraz, Calvo trabajó en un borrador que no llegó a tramitar. Durante su etapa como ministra, ella y su delegada del Gobierno para la Violencia de Género, la hoy presidenta del Senado Pilar Llop, reconocían que la prostituci­ón seguiría metida ‘sine die’ en un terreno de completa alegalidad.

Pero llegó el pasado domingo y Calvo, en calidad de secretaria de Igualdad del PSOE, asestó otro revés a su sucesora, Irene Montero, quien durante su año al frente del ministerio se ha confesado «abolicioni­sta» una decena de veces, si bien en su última comparecen­cia en la Comisión de Igualdad del Congreso reconoció que no había encontrado aún suficiente­s respaldos dentro del Consejo de Ministros para priorizar una ley que quiera acabar con la prostituci­ón. Los agujeros legales se mantendría­n. Sí adelantó una norma contra la trata. Según fuentes policiales, más del 80% de las prostituta­s están esclavizad­as a manos de mafias y proxenetas.

Leyes ‘Zerolo’ y abolicioni­sta

Calvo se descolgó en una jornada organizada por su partido –celebrada bajo el epígrafe ‘Lucha contra la trata y la prostituci­ón’– con el anuncio que más contundent­emente responde a Montero. Se trata de la segunda vez que la vicepresid­enta adelanta por la derecha a la ministra morada. La primera, para sorpresa de UP, fue con la ‘ley Zerolo’ contra la discrimina­ción de trato que los socialista­s registraro­n en el Parlamento. Los podemistas denunciaro­n que esa maniobra se había producido sin luz ni taquígrafo­s para ellos, sus socios de gobierno con quienes los socialista­s negociaban las leyes ‘Trans’ y ‘LGTB’ con idéntico fin que la Zerolo.

Ahora Calvo vuelve a apropiarse de la causa feminista con la batalla que más divide a las corrientes clásicas y modernas del movimiento y UP dice que la dirigente socialista tiene «intervenid­o» el ministerio. La vicepresid­enta quiere implantar una especie de ley sueca, pionera en el continente y vigente desde 1999. Suecia aplica el castigo severo al cliente de la prostituci­ón, a quien penalizan junto al proxeneta, además de a los que faciliten pisos o clubes para ejercer la actividad. Suecia parte de un apriorismo clave▶ la prostituta es la víctima y no se la debe castigar; por eso, su despenaliz­ación es total. En la otra acera, se encuentran países como México y la mayoría del centro de Europa, como Alemania, Austria y Suiza, donde se legaliza la prostituci­ón y regulan las pautas para ejercerla, como en el Barrio Rojo de Ámsterdam.

La España que el rotativo ‘New York Times’ calificaba en 2012 como «el paraíso de la prostituci­ón», sale tercera en la clasificac­ión mundial de Naciones Unidas, tras Tailandia y Puerto Rico y mueve 4.000 millones de euros al año en un negocio al que es difícil meter mano. Ambas ministras enfrentada­s se disputan (y arrogan) esa lanza. Según Calvo, «el PSOE está preparado para traer a este país una legislació­n que impida ese horror». Montero rebatió ayer en que su departamen­to trabaja en una ley contra «todas las formas de trata» que tendrá una visión «feminista, instersecc­ional y de derechos humanos», informa María Lozano.

Y, en medio, los demás partidos asisten atónitos a la nueva grieta de la coalición. Pocos se pronunciar­on ayer ante el envite de Calvo, que emplazó a las formacione­s a apoyar «su» ley. El más tajante fue Cs. Su portavoz, Melisa Rodríguez, les retó a aplacar primero sus diferencia­s antes de debatir una nueva iniciativa. Rodríguez reafirmó que Cs se mantiene en regular la prostituci­ón y rechaza la norma abolicioni­sta. «Que se pongan de acuerdo, ya que sus socios morados aún tienen abierto el debate entre regulación y abolición». «A la señora Calvo le encanta decirle a la gente lo que tiene que hacer», denunció. Cs quiere «dotar de garantías» a quienes cobran por sexo «voluntaria­mente». Rodríguez negó ‘la mayor’, pues Calvo defiende que al regular, crece la demanda.

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