El Empire Windrush
El 22 de junio de 1948, llegó al puerto inglés de Tilbury, en Essex, el Empire Windrush, el barco que trasladó a los primeros cientos de ciudadanos de la Commonwealth que llegaron a las islas británicas para ayudar a su reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial y cuyo arribo continuó hasta 1971. La mayoría, provenientes de países caribeños como Jamaica o Barbados, habían sido invitados a vivir como ciudadanos británicos mientras colaboraban con la dura misión de reparar a la maltrecha ‘madre patria’, que no tenía mano de obra suficiente para hacer frente al titánico proyecto, y fue la Ley de Nacionalidad Británica de 1948 la que les permitió disfrutar del derecho de ingreso y asentamiento.
Pero el agradecimiento les llegó primero en forma de discriminación, abusos y rechazo social, empezando por la decena de miembros del Parlamento que escribieron al gobierno tras la llegada del Windrush, quejándose de que «los inmigrantes son negros». A muchos se les prohibió ingresar a iglesias, pubs, salones de baile o vivir en casas junto a gente blanca que les rechazaba por su color de piel. Y aunque los expertos datan en estas fechas el origen de la característica multiculturalidad británica, la transición no fue fácil y en la década de 1950 hubo incluso importantes disturbios y agresiones racistas planificadas.
Más recientemente, una polémica ley promovida por la ex primera ministra Theresa May cuyo objetivo era controlar la inmigración ilegal acabó por convertir erróneamente a la llamada Generación Windrush en personas sin papeles y sin derechos, incluso a los miles de adultos que llegaron siendo niños de la mano de sus padres y que fueron amenazados con la deportación. El Gobierno británico no ha parado de disculparse desde que el escándalo estallara en 2018, con par
El buque que desembarcó en junio de 1948 en Essex bautizó a toda una generación de inmigrantes que necesitaba la metrópoli para reconstruir un país devastado por los efectos de la Segunda Guerra Mundial