Carta blanca de Merkel para viajar a España en Semana Santa
Baleares da marcha atrás y permitirá a los residentes desplazarse entre islas en Pascua
Una Merkel visiblemente agotada anunció ayer de madrugada el acuerdo al que llegaron sus ministros y los presidentes de los Bundesländer en una videoconferencia de más de doce horas de duración. Los alemanes podrán viajar a España en Semana Santa gracias a la que se conoce popularmente como ‘ley Mallorca’.
El Gobierno alemán deja así de organizar sus permisos de viaje por ‘zonas de riesgo’, como hasta ahora, y se limita a exigir un test PCR negativo realizado inmediatamente antes del viaje de vuelta a Alemania, aunque desaconseja desplazarse, tanto en el interior como al extranjero, si no es estrictamente necesario.
Eje Berlín-Mallorca
«De llegada de los territorios de riesgo se exigirá una cuarentena obligatoria y desde los territorios con variante del virus será más estricta. Hablaremos con las aerolíneas para establecer la manera en la que los que vuelvan del resto de destinos vacacionales lo hagan con la mayor seguridad posible con test que han de realizarse antes de embarcar en los aviones. Será una obligación generalizada para los viajes con destino a Alemania», explicó Merkel a eso de las tres de la madrugada de ayer.
En Baleares, epicentro de la polémica, el Ejecutivo que dirige la socialista Francina Armengol terminó por ceder en la tarde de ayer ante las presiones de agentes sociales de la restauración y finalmente apostó por los desplazamientos entre islas durante la Pascua. Armengol, que había previsto cerrar las islas a los residentes pero abrirlas al extranjero, dio marcha atrás por las quejas de ciudadanos baleares que se resistían a perder sus reservas en otras islas vecinas. En cualquier caso, Baleares mantiene sus puertas abiertas al turismo extranjero, siguiendo la ‘ley Mallorca’ de Merkel y a pesar de que el archipiélago sufre una aceleración de contagios a las puertas de la Semana Santa.
Reino Unido, lejos de paradojas turísticas como la que vivirá Baleares, vota hoy una ley que permitirá sancionar a partir de la próxima semana con hasta 5.000 libras –unos 5.800 euros– a quienes intenten salir del país. Solo se librarán aquellos que acrediten su salida basándose en motivos considerados válidos por las autoridades –como trabajo o educación– y que están previstos en una declaración de viaje que es obligatoria cubrir. Este anuncio coincidió ayer con la retirada de la prohibición española de viajar desde Gran Bretaña a nuestras fronteras, que entrará en vigor el próximo 30 de marzo.
Aunque en este momento nadie puede viajar al extranjero debido al confinamiento que entró en vigor el 5 de enero, la prohibición estará ahora enmarcada dentro de una legislación específica, que nace, según explicó el ministro de Salud, Matt Hancock, como medida de prevención debido al aumento de casos en el resto de Europa, donde el despliegue del programa de vacunación es mucho más lento que en territorio británico, que ya ha vacunado –al menos con una dosis– a más de la mitad de la población adulta.
En Alemania, sin embargo, sí se salvará la campaña turística de Semana Santa para destinos tan demandados por los alemanes como Mallorca. Pero Merkel no otorgará a sus conciudadanos la misma libertad intramuros que concede a los que quieran viajar a España. La canciller anunció a los alemanes que no viajen porque les espera un «tiempo de calma» en los días de Pascua▶ vuelve a cerrar el poco comercio no esencial y seguirán completamente cerrados, como hasta ahora, gastronomía, ocio, cultura, deporte y turismo. Los servicios religiosos podrán celebrarse solamente a través de internet y el núcleo familiar sólo podrá reunirse con una persona más en casa, con límite de cinco personas en el que los menores de 14 años no cuentan. Además, los alemanes tendrán que cumplir las medidas que limitan los contactos del 1 al 5 de abril. «Solo el comercio minorista de alimentos en el sentido más estricto se abrirá el sábado», dice el documento que sale de esta reunión. El objetivo de este cierre contundente es una «reducción de todos los contactos durante varios días para romper el crecimiento exponencial de la tercera ola». Se aplicará de forma estricta el llamado «freno de emergencia», que afecta a todos los distritos cuya incidencia por cada cien mil habitantes en siete días supere los cien nuevos casos. Aunque sí se puede viajar a Mallorca, las vacaciones en la propia región seguirán prohibidas. Merkel se blinda así intramuros, mientras deja carta blanca a sus conciudadanos para llegar a Mallorca, con la PCR negativa como seguro anti-Covid.
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