Aragonès solo suma la CUP a su apuesta para presidir la Generalitat catalana
Junts se abstendrá hoy, forzando una segunda votación el martes, y alarga la agonía de ERC
El Parlamento de Cataluña celebrará, hoy, por sexta vez desde 1980 un debate de investidura con una votación que no dará como resultado la elección de un presidente de la Generalitat. Pere Aragonès (ERC) solo conseguirá este viernes 42 votos de los 135 que tiene la Cámara legislativa autonómica. Los de ERC (33) y la CUP (9). Junts (32), finalmente, según acordó ayer su dirección, se abstendrá. El resto, los 61 escaños de la oposición (PSC, Vox, ECP, Cs y PP), votará no. Así, Aragonès se convertirá en el candidato a presidente con la peor marca en la primera votación, superando al Jordi Pujol de 1980, que se quedó en 43 votos a favor en su primer intento para alcanzar la Generalitat, que, eso sí, logró en la segunda votación con 75 síes.
La CUP anunció este jueves que las bases de esta formación poco al uso (con hasta once organizaciones en su seno) dieron su visto bueno al acuerdo con ERC para investir a Aragonès. El 59,31 por ciento de los 1.401 militantes de la formación antisistema apostaron por el sí al líder de ERC, si bien, según la respuesta a una segunda pregunta a las bases, la CUP considera que el documento firmado con ERC es solo el punto de partida. Es decir, es suficiente por los pelos. Así lo considera el 85,59 por ciento de los consultados de la CUP. En palabras de Eulàlia Reguant, portavoz parlamentaria de los antisistema, el acuerdo no tiene «la profundidad» que les gustaría y, por lo tanto, es solo de mínimos.
No lo tendrá fácil
Con este inicio, la legislatura para Aragonès, si finalmente consigue ser investido presidente de la Generalitat, no augura tranquilidad, estabilidad y gobernabilidad. La CUP será desde hoy el socio preferente de ERC y ya avisa de que lo firmado y acordado esta misma semana le parece poco. Con estos mimbres, Aragonès no lo tendrá fácil. Y todavía tiene que acordar con Junts poder arrancar la legislatura.
La dirección de Junts decidió que este partido se abstendrá en la votación de hoy. Sus 32 diputados (31 más Lluís Puig que pidió el voto delegado) son determinantes. Como recordó Marta Vilalta, portavoz de ERC, tras conocer el sí de la CUP▶ «Está en las manos de todo el independentismo hacerlo posible –un acuerdo para investir a Aragonès–. No hay ningún punto en concreto –en la negociación con Junts– que sea insalvable que ahora mismo impida la realidad de la mayoría independentista de 74 diputados».
Siguiendo esta línea, uno de los temas que parece está dificultando el sí de Junts es la situación de Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, fugado de la Justicia y eurodiputado, que ayer recordaba en Twitter su detención en Alemania, hace justo tres años. En sus comentarios se reivindicaba como activo del secesionismo en el extranjero, para «plantar cara» a la democracia española, y reprochaba «a algunos sectores del independentismo» su incomodidad por no estar en prisión, como sí están nueve compañeros suyos de aventura ‘procesista’ que culminó y fracasó en 2017. Puigdemont quiere tener un papel relevante, fuera de la administración autonómica pero con ascendencia sobre ella, y ERC no está por la labor.
Además de la figura del expresidente autonómico, ERC y Junts también debaten, entre otros asuntos, quién gestionará las ayudas de la Unión Europea que, Gobierno de España mediante, repartirá la Generalitat en el marco de recuperación económica para salir de la pandemia. Aragonès quiere que se controlen desde la presidencia y Junts, que lo lleve una Consejería bajo su batuta. Estas diferencias se leen entre líneas en el comunicado de
Junts, remitido en la tarde de ayer, para justificar su abstención, tras la reunión de la dirección, que analizó las negociaciones con ERC▶ «El balance de estos encuentros es que no se ha podido llegar a un acuerdo de legislatura que garantice un Govern estable que permita salir de la crisis social y económica que sufre Cataluña y que, a la vez, implemente el mandato de las elecciones del 14-F, en las que el independentismo superó por primera vez en la historia el 52 por ciento de los votos». Toca seguir negociando.
El martes, otra votación
La votación de hoy, por lo tanto, un fracaso personal de Aragonès, político de ERC y colectivo del secesionismo, es de trámite. El martes tendrá lugar la segunda vuelta. Los 32 diputados de Junts volverán a ser decisivos. Si no cambian el sentido de su voto se abrirá un periodo de dos meses para conseguir una investidura efectiva antes de una repetición electoral, situación que, pese a todo, Jordi Sànchez (Junts) descartó esta misma semana.
Mientras tanto, ayer, Salvador Illa (PSC) reiteró la idea de presentar su candidatura, criticó la dependencia de ERC y Junts a la CUP y lamentó la situación▶ «Si sale investido Aragonès, será la repetición de un fracaso».