Tras triunfar en los Globos de Oro, la cinta de Chloé Zhao y Frances McDormand es la favorita al Oscar
mposible imaginar qué habría pasado con ‘Nomadland’ en un año sin pandemia, pero la realidad se impone, y la cinta de Chloé Zhao y de su protagonista y productora, Frances McDormand, es la estrella de la temporada. Y la favorita para el Oscar tras recibir galardones en Venecia, Toronto y los Globos de Oro. Ayer mismo ganó el último, el del sindicato de productores, en una carrera de premios que va dominando.
Basada en el libro de la periodista Jessica Brudel, la cinta cuenta la historia de una viuda llamada Fern –traducido sería un ‘helecho sin flores’– que se queda al borde del precipicio social con su pensión y sin ahorros en plena crisis del 2008. Ante el miedo a la incertidumbre, Fern se libera al volante, rindiéndose a una existencia vagabunda en su camioneta por las carreteras de Estados Unidos en busca de trabajos temporales. «Su andadura es la columna vertebral de este retrato sobre un estilo de vida donde la gente no puede comprar o alquilar una vivienda con el salario mínimo. Ahora, con el coronavirus, este problema se ha acelerado. Millones de personas están sin trabajo y no pueden pagar sus facturas», explicaba Chloé Zhao a ABC sobre sus motivos para dirigir el proyecto.
IAl igual que en su película anterior, ‘The Rider’, la realizadora eligió actores no profesionales, en este caso nómadas de la vida real, para interpretar versiones de sí mismos junto a actores de la talla de la ganadora del Oscar. «Ponerme en el lugar de las personas que se están redescubriendo en la carretera en el ocaso de su vida –apunta McDormand– fue una experiencia catártica. A la mayoría de la gente le gusta contarte sus historias si estás dispuesto a escuchar, y ayudó que muchos de los coprotagonistas no tenían ni idea de que yo era actriz».
Chloé Zhao está orgullosa de esa idea de dirección íntima y relajada▶ «Esa es la esencia de mi trabajo, encontrar historias del día a día para integrarlas a la ficción. Voy formando una cultura en el trato a las personas, ganándome su confianza», reconoce la realizadora, que dará un enorme salto en su próximo filme al dirigir para Marvel la superproducción ‘Los eternos’.
Paz sobre ruedas
El capitalismo, la tecnología o las divisiones políticas son temas candentes que recoge Zhao en este poema visual reivindicativo de una comunidad y un estilo de vida diferente. «Este filme me ha hecho entender el significado de vivir sin echar raíces y sin lujos», asegura a la protagonista, que prometió a su esposo, el cineasta Joel Coen (de los hermanos Coen), que cuando cumpliera 65 años cambiaría su nombre a Fern y viajaría en una casa rodante y comenzaría a fumar y a beber. Ahora, a los 63, se acerca a esa promesa con un papel que le puede valer un nuevo Oscar.
De hecho, esa vida no le es nueva. Cuando era niña recibió un estilo de vida nómada, viajando siempre con sus padres. Adoptada con su hermana por la familia McDormand, vivieron en
Frances McDormand da vida a una mujer de mediana edad que se echa a la carretera
Georgia, Kentucky, Tennessee y Pensilvania. En realidad, Frances nació Cynthia Ann Smith en 1957 en Gibson City, Illinois, de madre soltera. Al año y medio fue adoptada por Vernon y Noreen McDormand, quienes cambiaron su nombre por el de Frances. Dispuesta a seguir una filosofía de menos es más, McDormand guarda en su rostro las almas de sus interpretaciones, su preocupación y resistencia, su soledad y frustraciones, sus alegrías, sus ansiedades... Cada uno de sus trabajos es un bodegón de la sociedad rural donde ella creció y, como bien apunta, su cara no encaja entre el hormigón y el asfalto▶ «Yo amo la tierra, mi rostro pertenece al polvo del camino».
Seis nominaciones al Oscar
Con ‘Nomadland’, Frances McDormand ha recibido su sexta nominación al Oscar por su talento para fabricar pacientemente cada fibra del tejido interior de estas mujeres olvidadas que la conducen hacia un destino final con la intención de parecerse más a ellas y menos a sus colegas de Hollywood. «A medida que envejezco, lo más importante para mí es practicar una vida sin necesidades. Tengo suficiente para el resto de mi vida y no necesito más. Nosotros siempre hemos vivido sin lujos, tratando de mantener nuestros gastos al mínimo. Intento practicar mi filosofía tanto como puedo y al mismo tiempo correr la voz», presume.
Quizá por esos sus compañeros de rodaje de ‘Nomadland’, gente de la carretera en su mayoría, la veían como una igual. «Swanky, uno de los nómadas más entrañables de la película, pensó que yo era otra mujer en la carretera, así que confió en mí como otro habitante de las furgonetas. Bob Wells, otro nómada, tampoco estaba familiarizado conmigo. Tuve que decirles que yo me iba a casa con mi marido después del rodaje», sentencia Frances McDormand.
iguen y siguen las aperturas en Madrid. En un contexto de preocupante crisis, y a diferencia de lo que ocurre en otros lugares, la capital registra continuas novedades. Encomiable el esfuerzo de tantos y tantos empresarios y profesionales, y encomiable también la respuesta de los madrileños apoyando a la hostelería en estos tiempos difíciles. Se hace difícil para el crítico seguir ese ritmo vertiginoso de aperturas, muchas de las cuales ya hemos recogido en estas páginas en las últimas semanas. Una de las más recientes, apenas quince días, es este Don Dimas, que se autodefine como «casa de comidas contemporánea». No es casualidad que buena parte de los comedores que abren en estos días se muevan en esa onda, la de la cocina tradicional puesta al día. Es el modelo al que mejor responden los clientes. Esa que hemos denominado «cocina confortable», con platos que satisfacen a todo tipo de público en restaurantes en los que se puede comer con toda la frecuencia que cada cual desee.
Al timón de este nuevo Don Dimas está Álvaro Garcés, un onubense con largo recorrido por la alta cocina, trabajando con Berasategui, Ducasse o Ruscalleda. Una amplia experiencia que ahora aplica con solidez al recetario tradicional, muy enfocado, aunque no exclusivamente, a su tierra andaluza y siempre con un toque personal. Cuida también la materia prima, como se puede comprobar con una oferta fuera de carta que incluye, entre otras cosas, langostinos de Sanlúcar o gamba blanca de El Rompido, la localidad costera en la que nació Garcés. Para empezar, como aperitivo, una reconfortante sopa de galeras. Seguimos con el salpicón que denomina «del señorito» (18 €), con gamba blanca, cangrejo, anguila y mejillones en un suave escabeche presentado todo sobre una pipirrana.
SRefrescante y equilibrado. Su ligereza contrasta con la pesadez de la coca de «aplastao» de gamba alistada con foie mi-cuit y piñones (22). Estupenda la tortilla «esparragá» (18) con erizo y el toque crujiente de unos torreznos. Y al mismo nivel los guisantes del Maresme estofados con congrio a la andaluza (24). Está muy bueno el albondigón de vaca vieja (24), especialmente jugoso, aunque no acaba de encajar con unos chocos en trozos demasiado grandes. Para los queseros, una atractiva selección de quesos andaluces (14), desde el payoyo gaditano al azul de Córdoba pasando por uno de la sierra de Aracena. Como postre, muy recomendable la cremosa tarta de chocolate (9), que se sirve con la conocida torta de Inés Rosales y un chorretón de aceite picual (excelente, por cierto). La carta de vinos no es demasiado larga pero está confeccionada con criterio. Faltan, eso sí, más referencias andaluzas teniendo en cuenta la orientación de la cocina. Otra buena apertura en Madrid.