China impone sanciones al Reino Unido por «desinformación»
Cinco parlamentarios y cuatro entidades, castigados por su apoyo a los uigures
vigilancia de la Organización para Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) registra violaciones diarias. Ayer precisamente, según fuentes castrenses ucranianas, las fuerzas separatistas de Donetsk violaron una vez más la tregua abriendo fuego con morteros, lanzagranadas y ametralladoras de gran calibre cerca de la aldea de Shumy, causando cuatro muertos en las filas del Ejército de Kiev y dos heridos.
La maltrecha relación entre el Reino Unido y China parece estar deteriorándose aún más, y las sanciones del gigante asiático a nueve ciudadanos británicos, entre ellos cinco parlamentarios, así como a cuatro entidades, acusadas de «mentir» y difundir «desinformación» sobre el país, es un paso más en la escalada de tensión. Los sancionados son los conservadores Iain Duncan Smith, Nusrat Ghani y Tim Loughton, así como la baronesa Helena Kennedy y Lord David Alton, todos miembros de la Alianza Interparlamentaria sobre China. También Tom Tugendhat y Neil O’Brien, que lideran el Grupo de Investigación de China, así como el abogado Geoffrey Nice, que investiga las atrocidades cometidas contra los uigures, y la académica de la Universidad de Newcastle Jo Smith Finley, cuya investigación se centra en este grupo minoritario. A todos se les prohibirá la entrada a China, Hong Kong y Macao, se congelarán, si las tienen, sus propiedades o inversiones en el país y se prohibirá a los ciudadanos e instituciones chinos hacer negocios con ellos.
Las medidas llegan después de que el pasado lunes el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, anunciara a su vez sanciones contra algunos de los presuntos autores de las graves violaciones de derechos humanos que tienen lugar contra los uigures y otras minorías en la región de Xinjiang, una medida coordinada por la comunidad internacional. Según el ministerio, Londres impondrá por primera vez la congelación de activos y prohibiciones de viaje a cuatro funcionarios del Gobierno chino, así como a un organismo de seguridad de Xinjiang, bajo el régimen de sanciones de Derechos Humanos Globales del Reino Unido por violaciones sistémicas contra los uigures y otras minorías. China ha negado repetidamente las acusaciones, y argumenta que los campamentos son instalaciones de «reeducación» utilizadas para combatir el terrorismo.
Las medidas forman parte de la llamada diplomacia intensiva del Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, que forman parte de los 39 países que han firmado una declaración conjunta en la ONU en la que responsabilizan a China de repetidas violaciones a los derechos humanos. En un comunicado, Exteriores explicó que «actuar juntos envía la señal más clara posible de que la comunidad internacional está unida en su condena de las violaciones de derechos humanos de China en Xinjiang y la necesidad de que Pekín ponga fin a sus prácticas discriminatorias y opresivas en la región». «No se pueden ignorar las pruebas de abusos generalizados contra los derechos humanos en Xinjiang, incluida la detención y vigilancia masivas, los informes de tortura y esterilización forzada», explicó Raab, que añadió que «al trabajar con nuestros socios internacionales, estamos imponiendo sanciones específicas para que los responsables rindan cuentas».
Pulso diplomático
Represalia
Las sanciones llegan después de que Londres tomara medidas contra ciudadanos
chinos
El primer ministro, Boris Johnson, declaró que los ciudadanos británicos sancionados por China están «arrojando luz» sobre «graves violaciones de derechos humanos», y añadió, en una publicación en su cuenta de Twitter, que «la libertad de expresarse en contra de los abusos es fundamental» y les dio su apoyo▶ «Estoy con ellos».
El Gobierno anunció que convocará al embajador chino en Londres por considerar que las sanciones impuestas son un evidente signo de debilidad. «Convocaremos al embajador aquí y le explicaremos en términos muy claros nuestra posición con respecto a los diputados y a otras figuras que han hablado públicamente, y también aclararemos que no nos silenciarán a la hora de denunciar estos abusos contra los derechos humanos», declaró Dominic Raab a los medios, y advirtió a Pekín que si quiere «refutar de manera creíble» las afirmaciones, debería permitir el acceso de la ONU a Xinjiang.