Los que somos de letras nos hacemos un lío con las cifras
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Npoco antes de las pasadas navidades, llamé al departamento de comunicación de ese laboratorio del que tanto se habla ahora, y les dejé mi número de teléfono y mi correo electrónico. Aún no me han contestado. En realidad, quería comprobar si las multas impuestas por EE.UU. a esos laboratorios durante los últimos años eran diez o diecinueve, y si ascendían a 1.172 o a 1.900 millones de dólares. Los que somos de letras y, además, tenemos tendencia a la neurosis, nos hacemos un lío con las cifras y, por eso, quería comprobarlo.
No creo que sea descortesía de AstraZeneca que todavía no me haya contestado, sino que están muy liados con eso de las vacunas, y preocupados por la mala suerte que parece que tienen con sus directivos. Porque, claro, me imagino que a las primeras multas cambiarían de directivos, pero los nuevos parece que no fueron mucho mejores, porque acumularon multas por esas cantidades que soy incapaz de imaginar. Y siguen teniendo mala suerte, ya que ahora tiene un equipo directivo que se ha olvidado 29 millones de vacunas en Italia, que ya hay que tener mala memoria.
Esta mala suerte con gerentes y directivos no es sólo una exclusiva de Astrazeneca, sino que parece común a todos los laboratorios, y ahí están diez laboratorios que van por delante de AstraZeneca en eso de las multas, como GlaxoSmithKline que acumuló 27 sanciones por un importe de 9.775 millones de dólares, o Pfizer, que ocupa un brillante segundo puesto con dieciocho multas entre 2003 y 2016 por un monto de 2.910 millones, y que dejan a AstraZeneca en un humilde undécimo puesto.
En la UE se multa mucho menos a los laboratorios, y hay malpensados que están convencidos de que la consecuencia es que en EE.UU. sobran vacunas y aquí faltan, porque los laboratorios se pasan los contratos por el arco del triunfo de la probeta. Incluso hay quien cree que incumplir un contrato de vacunas tiene como consecuencia un aumento de muertes que se podrían considerar homicidios por imprudencia.
La verdad es que entiendo de leyes menos que de multas, pero empiezo a sospechar, no sé por qué, que AstraZeneca no va a contestarme.