Dos años sin hablar a Zidane por su cabezazo a Materazzi
El seleccionador de Georgia jugó junto al técnico del Madrid la final del Mundial 2006
serio esa rivalidad, entre comillas. A diferencia de muchos, que se creen que las cosas van llegando solas, él sabía que si quería llegar arriba se lo tenía que trabajar muy duro».
El factor suerte
«Las oportunidades están para aprovecharlas», explicaba ayer el propio Simón en la rueda de prensa oficial previa al encuentro con Georgia, donde compartió protagonismo con Luis Enrique. «Puede haber un poco de suerte, porque es raro que se den todos esos factores. Pero una vez que ocurre hay que trabajar y pelear cada día para tener la posibilidad de jugar más partidos en el Athletic y aquí, en la selección». «A mí me da garantías», concluye Etxeberria. «En noviembre atravesaba una racha muy buena y Kepa y David, siendo grandes porteros, no estaban tan finos. Coincidió y lo aprovechó».
Dice Unai que si tuviese que escoger un referente en el mundo del fútbol sería Buffon. No solo por sus habilidades en la portería, sino también por su actitud en el campo. De los de ahora se queda con Oblak. De carácter tranquilo y reservado, más de una vez ha tenido que salir al paso de aquellos que lo acusan de ser un tipo demasiado frío▶ «En el campo no me río, pero lo disfruto en casa, tampoco lloro por un error ni me alegro demasiado en un buen partido, tan solo me lo tomo en serio».
Simón sabe que está ante su gran oportunidad en la selección, aunque cree que el momento actual no ayuda para aferrarse a un puesto▶
«Se rotan defensas, mediocentros, delanteros... Con los porteros siempre se ha vivido pensando que hay uno titular, pero el fútbol va cambiando». Más que en ningún otro caso, su futuro está en sus manos.
La carrera de Willy Sagnol (SaintEtienne, 1977) fue prolífica. Campeón de la Champions con el Bayern, ganador de cinco Bundesligas, de dos Mundiales de clubes con la selección francesa... Durante años fue uno de los laterales derechos de referencia y una pieza codiciada para los grandes clubes europeos. Tuvo éxito y reconocimiento, pero su vida quedó marcada por la derrota en la final del Mundial de Alemania 2006, donde Italia ganó a Francia por penaltis. Aquel histórico partido disputado en el Olímpico de Berlín será recordado siempre por el cabezazo de Zidane a Materazzi, un arrebato que le costó la expulsión al hoy entrenador del Real Madrid. Quedaban diez minutos de la prórroga y el incidente frenó en seco la iniciativa francesa, que tenía contra las cuerdas a su rival. En la tanda de penaltis falló Trezeguet y el título cayó del lado transalpino.
«Entras al vestuario, has perdido, y ves ahí a un chico que habla y se disculpa. ¡Pero no lo escuchas!», explicaba Sagnol hace un año al revivir aquel momento. «No quería aceptar sus disculpas ni conversar con él. No era el momento. Tuve que ir al baño y creo que fumé 250 cigarrillos en diez minutos. Así es como me evadí».
Sagnol confesó que la derrota le dolió tanto que pasó dos años sin querer hablar con Zidane▶ «Hasta 2008. Después de la Eurocopa iba a casarme y mi mujer me dijo que lo invitara. Lo llamé. No podía venir por la noche, a la fiesta, pero me puse muy feliz al verlo llegar por la mañana, antes de la ceremonia. Tomamos un aperitivo, tuvimos una buena conversación y la vida comenzó de nuevo».
«Con lo que me quedo, 15 años después, es con que jugué con uno de los mejores jugadores del mundo, que no era simplemente eso, sino también una gran persona», explicaba Sagnol hace solo unos días en una entrevista a la FIFA. «Tal vez su ataque de ira en la final lo devolvió a la condición de ser humano, y un ser humano siempre comete errores. Por desgracia, el suyo llegó en un momento muy inoportuno. A pesar de mi enfado, no puedo asegurar que hubiéramos ganado si eso no hubiese sucedido».
Perdón «Tras la Euro 2008 iba a casarme y lo llamé, tomamos un aperitivo y la vida comenzó de
nuevo»
Acusado de racismo
Sagnol, que se estrenó en el banquillo de Georgia el pasado jueves con una derrota por la mínima ante Suecia, vivió otra experiencia traumática como entrenador al ser acusado de racismo. Ocurrió en 2014, mientras dirigía al Girondins de Burdeos y le preguntaron por los jugadores africanos▶ «La ventaja es que no son caros, están listos para el combate y son potentes. Pero el fútbol no es solo eso. También es la técnica, la inteligencia, la disciplina...». La frase le costó un aluvión de críticas, incluso de antiguos compañeros en la selección. Él se escudó en que se refería a «la inteligencia táctica» de los jugadores, y que en ningún momento quiso poner en duda sus capacidades, pero sufrió de lo lindo.
Al siguiente partido el maliense Cheick Diabaté marcó el gol de la victoria del Girondins ante el Lens, y para celebrarlo corrió hasta la banda para fundirse en un abrazo con Sagnol. El resto de compañeros hicieron lo mismo hasta formar una piña con su entrenador, que regresó después al banquillo en un mar de lágrimas.
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