El Atlético se desvanece
Pobre rendimiento de los madrileños, a merced del Sevilla y a la baja en la Liga
ta’ como sí lo hizo Diakhaby ayer. Pese a que es la primera vez que pasa en nuestro país, que los futbolistas decidan abandonar el campo como respuesta al racismo, es una acción cada vez más común en el panorama continental. El caso más relevante se dio el pasado diciembre en el PSG - Basaksehir de la fase de grupos de la Champions League. Uno de los componentes del cuadro arbitral se refirió a uno de los asistentes del equipo turco con la palabra «negro». Los jugadores no volvieron al campo y se disputó al día siguiente.
Ya sea por decadencia física o porque el camino se le hace largo, el Atlético se desvanece. Ha perdido brillo y no transmite confianza. El Sevilla lo tumbó después de asediarlo y la Liga se aprieta. El Real Madrid ya está a tres puntos.
Empieza el partido y el Atlético no comparece. No es falta de actitud ni dejación de funciones, teclas que no suelen aceptar las hinchadas cuando de valorar el trabajo de sus jugadores se trata. Es algo parecido a la galbana. Un brote de parsimonia y flojera acecha a la tropa del Cholo, que acostumbra a digerir con dificultad cada ventana para los encuentros de las selecciones. El Atlético se despereza de una siesta y el Sevilla echa espuma por la boca.
Se juntan el hambre y las ganas de comer y el balance de la primera parte solo lleva a una conclusión▶ el empate a cero es un tesoro para los colchoneros. El Sevilla trabaja el duelo con decisión. A veces no hay más que dejarse llevar por la determinación para propagar éxito. Lo hace todo con confianza▶ roba en el centro del campo, solventa la presión inicial de su adversario, penetra por la banda derecha donde los años no pasan por Jesús Navas, impone la superioridad técnica en el centro del campo, donde Rakitic, Jordán y Suso se meriendan a los atléticos...
Oblak para el penalti
El cómputo de actuaciones decreta una sola voz, la del Sevilla. Pero el conjunto de Lopetegui empieza a sembrar la noche de cenizas. Saúl comete un penalti absurdo sobre Rakitic y Oblak vuelve a desenredar su mala fama con los penaltis. Después del que detuvo contra el Alavés, vuelve a atajar ante el Sevilla. Aprovecha el peor tiro del año desde los once metros, autoría de Ocampos, a un lado, a media altura, sin rotundidad. Oblak casi se acuesta con la pelota.
El Sevilla juega a ganar y aquello es un asedio. Ocasión de Jordán con tiro al lateral de la red, Felipe intercepta un cabezazo de De Jong, Oblak despeja un trallazo de Suso, otra parada del esloveno frente a Ocampos...
Simeone lo ve tan negro como cualquier mortal e interviene en el partido. Saca del campo a Lodi en el minuto 33 para alterar el ritmo. Destierra la defensa de cinco, rebaja cualquier ánimo posible del lateral brasileño (casi invisible este año) y da entrada Correa para mejorar el tránsito en el centro del campo. El Cholo no consigue nada de esto. El Sevilla sigue apretando
Bono
Navas Koundé
Diego Carlos Acuña Fernando Jordán (86) Rakitic
Suso (76) Ocampos (86) De Jong (62)
En Nesyri (62) Papu G. (76) Gudlej (86) Vázquez (86) con cierta saña, obliga al repliegue de los rojiblancos, que ya no presionan entre cosas porque Luis Suárez no puede, y el partido queda a merced del acierto de los hispalenses.
El Atlético pierde presencia en el partido. No gana en la fricción, no elabora con propiedad, no llega por las bandas, Saúl las pierde todas, y el desaliento empieza a calar en una evidente falta de confianza. Lo mejor para el grupo Simeone es que el árbitro pita el final de la primera parte.
El Sevilla ya no puede mantener esa