Primeros pasos para el regreso de EE.UU. al acuerdo nuclear con Irán
Las delegaciones llegadas a Viena mostraban ayer optimismo por los primeros pasos de EE.UU. para regresar al acuerdo nuclear con Irán. Aunque los diplomáticos estadounidenses no asistirán a la reunión que tiene lugar hoy, en el marco de la comisión que vigila el cumplimiento del acuerdo de 2015, una portavoz del Departamento de Estado adelantó que se discutirán tanto los pasos que Irán debe dar para dejar de violar el acuerdo como los que deba adoptar Washington para levantar las sanciones impuestas por Trump, cuando abandonó el acuerdo unilateralmente en 2018. Se trata de «un saludable primer paso adelante», dijo sobre este primer contacto a través de intermediarios de la era Biden.
El jefe del programa atómico iraní, Ali Akbar Salehi, ha declarado por su parte que incumplimientos del acuerdo como la producción de combustible nuclear por encima de los límites marcados pueden ser revertidos «en cuestión de meses».
Irán mantiene por ahora una posición de desconfianza en las negociaciones, negándose a cualquier encuentro directo con los representantes de EE.UU., pero al mismo tiempo da señales esperanzadoras ligadas al levantamiento de las sanciones. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, dijo que Teherán se opone a cualquier flexibilización gradual de las sanciones. «No se está considerando ningún plan paso a paso», ha declarado, «nuestro objetivo es el levantamiento de todas las sanciones estadounidenses».
Voluntad política
En este contexto, el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, conversó con su homólogo iraní, Javad Zarif, para trasladarle la petición de una posición constructiva. En el contexto en que todos muestran su voluntad de mantener estas negociaciones de buena fe, con el objetivo de un acuerdo rápido, he pedido a Irán que se abstenga de toda violación adicional de los compromisos actuales en materia nuclear que sea susceptible de perjudicar la dinámica de la negociación». El vicecanciller ruso Sergei Ryabkov se mostró también optimista. «No necesitamos inventar nada, solo hay que volver al acuerdo de 2015 y es bastante factible si hay voluntad política».