El Gobierno empeorará sus previsiones de PIB a finales de abril
«Marzo no ha sido un buen mes para el empleo», admite la vicepresidenta Nadia Calviño
para ver cómo será ese «modelo de transición» para la segunda parte del año.
Un modelo que para el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, está claro. Hace unos días ya defendió que su departamento volverá a poner encima de la mesa incentivar con más exoneraciones de cotizaciones a los trabajadores que se incorporan parcial o totalmente de un ERTE que a los que permanecen en él, dentro de una misma empresa.
Este modelo de ERTE fue rechazado tanto por empresarios como por los sindicatos, aunque Escrivá insiste en que es este diseño de ayudas el que ha permitido a España ser el segundo país de la UE, solo por detrás de Holanda, que más trabajadores ha reincorporado a la actividad.
El Gobierno estudia ya cómo será la rebaja de previsiones de crecimiento que aprobará a finales de abril, en el Programa de Estabilidad que remitirá a Bruselas antes de que acabe el mes. Así lo señalan fuentes de Moncloa y así abrió la puerta ayer la propia vicepresidenta segunda de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. La también ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital reconoció, un día antes de que se publiquen los datos de paro registrado de marzo, que el mes fue malo para el empleo.
«Hemos tenido una tercera ola de la pandemia que nos ha golpeado más que la segunda. A eso se le han sumado otros fenómenos como Filomena que ha tenido también un impacto muy directo sobre el consumo. Y por tanto no ha sido un mes positivo desde el punto de vista del empleo», señaló Calviño en una entrevista a Rne. La vicepresidenta también añadió que durante marzo el mercado laboral había ido «de menos a más», tanto en afiliaciones como en salida de trabajadores de los ERTE.
Las previsiones del Gobierno con las que se hornearon los Presupuestos de 2021 descontaban un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 9,8% –un 7,3% si se elimina el impacto de los fondos europeos–. Sin embargo, desde Economía se ve cada vez más probable esta última estimación, que también está bastante por encima de los pronósticos que arroja el consenso de analistas, con el Banco de España augurando un 6% y la Organización para la Cooperación
La ministra Nadia Calviño y el líder de la CEOE, Antonio Garamendi
y el Desarrollo Económicos (OCDE), estimando un 5,7%. Esta revisión a la baja se hará cuando se remita el plan a Bruselas, antes de que acabe abril, señalan estas fuentes.
«Es más difícil que nunca hacer previsiones, estamos en un momento de tremenda incertidumbre», advirtió ayer la vicepresidenta, quien enumeró los factores que hacen que la primera mitad del año se crezca menos de lo esperado pero valoró otros que pueden provocar un mayor impulso en la segunda mitad de 2021. Calviño explicó que los organismos económicos, y el propio Gobierno, estaban integrando en sus previsiones dos grandes acontecimientos▶ el avance de la vacunación y los planes de estímulo fiscal aprobados, con Estados Unidos al frente. Como fuere, Calviño descartó mejorar las estimaciones.
«La última vez que hicimos previsiones fue en el mes de octubre. En aquel momento estábamos encarando la segunda ola de la pandemia, que fue relativamente suave. Desde entonces hemos tenido la tercera ola, que ha sido más fuerte desde el punto de vista sanitario y económico, y a ello se le ha sumado los fenómenos meteorológicos, que son factores que llevan a una revisión más bien a la baja. Pero en el otro lado de la balanza tenemos indicadores positivos sobre la recuperación mundial y los programas de estímulo, que tendrán un impacto sobre todo en la segunda mitad del año», abundó.
«Dejamos atrás un trimestre muy duro», resumió Calviño, que recordó que ante la polémica sobre la subida del salario mínimo a principios de año, la evolución de la economía y la pandemia han mostrado que «fue bueno ser prudente» en referencia a no subirlo, como defendía Unidas Podemos, con la actual vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a la cabeza.
Plan de reformas
En todo caso, ambos departamentos deberán ponerse de acuerdo en cuanto al plan de reformas que se remitirá a Bruselas antes de que acabe este mes. «Hay que huir de la idea de que cambiando un párrafo del Estatuto de los Trabajadores vamos a cambiar estos problemas», avisó Calviño, quien resaltó medidas que incluirán como el plan contra el paro juvenil o la modernización del SEPE.
La vicepresidenta también abrió la puerta a que el plan de ayudas de 11.000 millones a pymes y autónomos se pueda ajustar durante el trámite parlamentario, incluyendo a más sectores beneficiados o dar un mayor margen de actuación a las comunidades autónomas.