Sin motivo
Este Barça no es el mejor de su historia pero Koeman ha ido poco a poco exprimiendo los recursos que tenía – no brillantes pero tampoco escasos– con una mezcla de mala leche holandesa y de conocimiento profundo del club, y él mismo ha madurado como entrenador como no lo había hecho en ningún otro equipo. Si el Barça parecía desorientado y casi en demolición a principio de temporada, ha ido encontrando sus soluciones con un fútbol posibilista, efectivo, aún blando para competir en Europa pero suficiente para depender de sí mismo para ganar Liga y Copa. Con este horizonte, y crecido por el entusiasmo en el equipo que ha causado la nueva presidencia de Joan Laporta, se presentó ayer en el Camp Nou, tras la derrota del Atlético en Sevilla.
El Valladolid empezó compitiendo y rematando Kodro de cabeza al larguero. El Barça no acababa de gobernar el partido con la autoridad que necesitaba para imponerse. Koeman estaba
Braithwaite (63) Ilaix (75)
Riqui Puig (87) nervioso en el banquillo, con la presión de quien sabe que todo el mundo le da por ganador y no acaba de hallar el camino hacia la victoria. De hecho, más cómodos los visitantes y con oportunidades más claras▶ transiciones rápidas, ideas claras, pero por suerte para el Barça, finalizaciones muy mediocres, salvo el cabezazo. Lo que se suponía que era fácil empezó a ponerse difícil y el Valladolid castigaba cada pérdida del Barça. Koeman ya no sabía qué hacer ni qué decir y se desesperaba