Mayores en residencias
Los familiares de personas residentes llevamos más de un año esperando poder volver a cuidar a nuestros familiares. Mientras, vemos cómo el resto de la sociedad avanza▶ nos podemos sentar de cuatro en cuatro en los bares, hacer deporte sin mascarilla o pasear libremente hasta el toque de queda. Sin embargo, nuestros familiares en residencias llevan ya dos meses vacunados, en muchos casos en entornos con un 100% de vacunación, tanto entre residentes como trabajadores, y no podemos ir a verles.
Irónicamente, si mi abuela ingresa en el hospital podemos hacer turnos para cuidar de ella, gracias a la normativa que aprobó la Consejería de Sanidad, sin embargo no podemos estar con ella en la residencia si está postrada o necesita de nuestros cuidados. Cosas que pasan cuando cada autonomía regula por su cuenta.
Vemos cómo otras comunidades autónomas ya han regulado las salidas de residencias y mejorado el régimen de visitas, mientras en la Comunidad Valenciana la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas se ha estado tomando su tiempo para tomar una decisión al respecto. ¿Qué está ocurriendo? Este colectivo ha quedado excluido de todos los paquetes de medidas en los que la ciudadanía ha ido recuperando sus libertades, obligados a vivir encerrados y con un contacto mínimo de sus familiares. Un drama diario en el que las familias vemos cómo la alegría de nuestros mayores se apaga día a día, un drama que pasa factura a su salud mental y física. Una privación de la libertad que no se entiende si las vacunas son efectivas, y frente a la que las familias no sabemos cómo actuar para recuperar el contacto con nuestros familiares. Una desigualdad por el simple hecho de vivir en una residencia.