Nabody no murió sola: tres niños fueron arrojados por la borda
Un patrón lanzó al mar a uno cuando se cree que seguía vivo; antes le tapó la cabeza con un cubo porque lloraba
En la patera rescatada en Canarias el 16 de marzo en la que viajaba la bebé a la que se dio el sobrenombre de Nabody murieron otras nueve personas, al menos dos lanzándose al mar para suicidarse de pura desesperación. La pequeña falleció en el hospital a los pocos días pero solo ahora se ha sabido que, en total, seis adultos y otros tres niños también perdieron la vida durante la travesía. Uno de ellos cuando, tan agotado de llorar que ya ni tenía fuerzas para gemir, fue arrancado de los brazos de su madre por uno de los patrones y lanzado al mar. El mismo que le había tapado antes la cabeza con un cubo porque no quería oír los llantos.
Los pormenores se han conocido porque la Policía Nacional ha hecho pública la detención de ese individuo y de otros dos que iban en la misma embarcación, a los que el juez ha enviado a prisión provisional por varios homicidios y un presunto delito de favorecimiento de inmigración irregular. Al margen, se ha practicado el arresto de otros dos patrones de una patera que llegó a las costas de Lanzarote el pasado 2 de abril. Lo que narra la Policía del viaje de Nabody, junto a otros detalles aportados por la Fiscalía, es una historia de terror que da respuesta, por ejemplo, a por qué aquel pasaje mostró a su llegada al puerto grancanario de Arguineguín los extremos signos de desfallecimiento que sorprendieron incluso a los equipos de emergencia sanitaria.
Sin nada al tercer día
Llevaban en la barca cuatro jornadas, lo que no deja de ser una duración normal en estos casos. Pero había pasado algo más. «Los supervivientes han contado que el agua y la comida se les terminaron al tercer día de travesía y muchos comenzaron a beber agua del mar, lo que empeoró su situación. Para entonces, la mayoría ya estaba débil porque el grupo había sido llevado antes por quienes fletaban la patera a un punto de la costa donde los tuvieron escondidos de cuatro a siete días –las versiones difieren en ese punto–, hasta que les permitieron embarcar», explica el relato policial. En esa larga espera tuvieron que consumir gran parte de los víveres que llevaban consigo, lo que explica que luego se les acabaran, ya que el billete –de 1.500 a 2.000 euros por persona– no incluía alimentos ni agua.
El punto de partida había sido Dajla, la gran lanzadera de pateras de la costa atlántica marroquí a 450 kilómetros de Canarias, y a bordo iban 62 inmigrantes, de los que solo alcanzaron tierra 53; 29 mujeres, 14 hombres y 10 niños exhaustos. Todos tuvieron que ser ingresados, incluida Nabody, que luego moriría incapaz de superar la deshidratación severa que le provocó la parada cardiaca de la que fue reanimada en Arguineguín, aquella recogida en una foto ya icónica del drama como fue la del niño sirio Aylan Kurdi en las playas de Lampedusa en 2015. Los otros pequeños fueron quienes, nada más ser evacuados, empezaron a contar que algunos habían muerto y sus cuerpos habían sido arrojados al mar, algo de lo que los adultos no hablaban aquella noche.
A prisión por homicidios Los tres patrones han sido detenidos y enviados a prisión como autores de varios homicidios
Hambre y sed
La mafia les ordenó llevar víveres, pero consumieron la mayoría en una espera de varios días en la costa
Investigación
Para los tres patrones detenidos, el del cubo y los otros dos, la Fiscalía cree que cabe atribuirles al menos cinco supuestos homicidios por imprudencia, sin contar la muerte del niño tirado al mar, puesto que de confirmarse testimonios que apuntan a que en ese momento aún estaba vivo, el Ministerio Público vería un asesinato. Corresponderá al juez de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) que instruye el caso determinar si aquellos hechos constituyen lo uno o lo otro. La Fiscalía también estima que puede darse por probado lo ya mencionado al principio, que dos personas se tiraron al agua para suicidarse.
Por otro lado, en lo que se refiere a la otra embarcación que llegó a las costas de Lanzarote el 2 de abril, la información facilitada por la Policía es que en ella viajaban 32 inmigrantes, entre los que se encontraban cinco menores, todos en aparente buen estado de salud, que fueron trasladados a un centro para ser asistidos.