Mezclar vacunas, una estrategia arriesgada aún sin demostrar
Francia inyectará una segunda dosis de Pfizer a los vacunados con AstraZeneca
El pasado mes de febrero la Universidad de Oxford puso en marcha en el Reino Unido un ensayo clínico sorprendente. Consistía en dar a un grupo de voluntarios una primera dosis de su vacuna –la desarrollada con AstraZeneca–, seguida de otra del laboratorio Pfizer. La idea era averiguar si podía ser más eficiente una pauta con dos vacunas diferentes que dos dosis de la misma. No es el único estudio en marcha de estas características. A medida que se autorizan un número creciente de vacunas, más posibilidades hay de probar diferentes combinaciones. Algunas de estas investigaciones están en ensayos clínicos, otras aún en experimentación animal. De momento, es una hipótesis científica por demostrar. No hay conclusiones, no se conoce si esta pauta es más eficaz y, sobre todo, si es seguro mezclar fármacos tan diferentes.
A las autoridades sanitarias francesas no les ha importado esta falta de certezas. Ayer anunciaron que inyectarían las vacunas de Pfizer o Moderna a los menores de 55 años que hayan recibido una primera dosis de AstraZeneca. Así resuelven el limbo en el que está un gran número de franceses y europeos, que están a mitad de tratamiento tras encontrarse un vínculo entre la aparición de trombos y el medicamento de AstraZeneca a los vacunados más jóvenes.
Mejor esperar
Como en Francia, en casi toda la UE se ha optado por reservar el medicamento para mayores de 55 o de 60 años, como ha decidido España. Pero solo el país galo ha tomado con rapidez la decisión. Las autoridades sanitarias españolas han pospuesto su dictamen.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene claro que la decisión de Francia ha sido precipitada. «La intercambiabilidad de la vacuna no es algo que se pueda recomendar en este momento», aseguró Margaret Harris, portavoz de la OMS, quien insistió en que «no hay datos suficientes para afirmar si esto es algo que se puede hacer», sin poner en riesgo la salud de los inoculados.
La misma idea defiende la Sociedad Española de Inmunología, que pide no tomar decisiones precipitadas «para no añadir precipitación sobre la precipitación». La doctora Carmen Cámara, secretaria de la Sociedad Española de Inmunología, tranquiliza a los que se han quedado sin completar el tratamiento▶ «Están ya protegidos, al menos de sufrir la forma más severa de la enfermedad. Los que nos preocupan los mayores de 60 años que aún no han recibido ninguna dosis».
Los inmunólogos han aprendido en estos primeros meses de vacunación que la segunda dosis tiene un efecto más limitado. «La primera genera la respuesta vacunal y la segunda, se limita a consolidar las células memoria», explica Cámara.
Por otro lado, se sabe también que si se deja un intervalo mayor entre dosis