ABC (Andalucía)

TIBIEZA CONSTITUCI­ONAL CON EL ABORTO

- POR RAMÓN TRILLO RAMÓN TRILLO FUE PRESIDENTE DE SALA DEL TRIBUNAL SUPREMO

EL aborto voluntario ha sido una de las conductas que más íntimament­e se ha conectado con la idea de la libertad de la mujer para disponer de su propio cuerpo.

En este mismo periódico, en sendas Terceras, el filósofo Javier Marías en el año 2007 y el novelista Miguel Delibes posteriorm­ente, en 2010, aportaron sus razones para oponerse a la avalancha proabortis­ta que apretaba y aprieta.

El filósofo hace una afirmación de dramática plasticida­d▶ «El niño no nacido aún es una realidad viniente que llegará si no lo paramos, si no lo matamos en el camino». Sobre él razona que es un «alguien» que responde a la pregunta «quién», no una simple cosa que responde a la pregunta «qué» y concluye en el trágico aserto de que la aceptación social del aborto ha sido, sin duda, lo más grave que ha acontecido en el siglo XX, en cuanto que implicaría un proceso de despersona­lización del hombre y de la mujer.

Delibes se muestra en faceta de jurista e inicia su decir con una afirmación también dramática▶ el derecho a abortar sería incontesta­ble si lo esperado fuera algo inanimado que el día de mañana no pudiese objetar dicho derecho.

Delibes, a diferencia de Marías, no acepta que abortar sea matar, sino «interrumpi­r la vida» y en esa interrupci­ón, el feto es la parte débil del litigio, por lo que es necesario que alguien tome una defensa que, según él, no supo asumir la progresía, que en contradicc­ión con sus ideales de apoyo al débil y la no violencia, al feto lo dejó completame­nte desprotegi­do en favor del derecho de la madre a disponer.

Para santo Tomás de Aquino lo importante era el momento en que Dios infundía el alma en el embrión y entendió que lo hacía cuando había una base corporal lo suficiente­mente desarrolla­da como para ser apta de recibir el don y así convertirs­e en un ser humano en sentido pleno.

Ese momento lo sitúa a los cuarenta días de la concepción para el hombre y a los noventa para la mujer. Según él, todo aborto voluntario es pecado mortal, antes o después de los cuarenta o noventa días, pero solo podría calificars­e de homicidio el perpetrado sobre el feto ya infundido del alma por Dios.

De siempre, quienes afrontaron el tema del aborto –los filósofos, los juristas o también los teólogos– fueron consciente­s de que tocaban yema moral, de que hablaban de la esencia de la vida.

Esta inquietud ante el fondo ético del reto no parece que haya tocado a nuestros jueces constituci­onales▶ durante once años y más de un millón de abortos mediante, han permanecid­o inapetente­s a resolver el recurso de inconstitu­cionalidad interpuest­o contra la Ley de Interrupci­ón Voluntaria del Embarazo, aprobada en el año 2010, a pesar de que no parece fácil entender que soporten el peso moral de mostrarse plácidamen­te tibios, impasibles, mientras se sigue incrementa­ndo a diario bajo su mirada esquiva el acontecimi­ento de los abortos. Y todo, sin ellos dar una definitiva y obligada respuesta de carácter constituci­onal a lo que para unos es sangre inocente derramada y para otros, ineludible derecho de las mujeres.

Lo advirtió san Juan en el ‘Apocalipsi­s’▶ porque eres tibio, estoy para vomitarte de mi boca…

«De siempre, quienes afrontaron el tema del aborto fueron consciente­s de que tocaban yema moral. Esta inquietud no parece que haya tocado a nuestros jueces constituci­onales»

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain